Un hervidero de gente llenó Palma de amantes del arte que ansiaban ver nuevas propuestas de las galerías y el arte moderno de la ciudad.
Las actividades culturales y actos diversos arrancaron dos días antes de la fecha consolidada ya para la llamada Nit de l’Art.
El Casal Solleric dio el pistoletazo de salida al evento cultural del 21 de septiembre con la presencia de autoridades en la inauguración de Hibridacions, exposición de artistas chinos y mallorquines.
Es Baluard acogió a centenares de personas que la noche del jueves no quisieron perderse la inauguración oficial de la exposición colectiva On rau la realitat?.
Esa misma noche, el Hotel Saratoga se llenaba de público para ver el el proyecto Heritage, de Concha Calvo y sus hijos, María y Toni Buades, sobre la obra de Calvo Carrión.
La Misericòrdia acercó tres galerías de la Part Forana a Palma: Spai B2 de Sóller, Galería Dionís Bennàssar de Pollença y Galería Marimón de Can Picafort, que presentaron una exposición colectiva.
De camino, un torrente de murmullos y sonrisas hacía eco en la calle Sant Jaume donde Pep Llabrés presentaba L’Interior de la Forma, de Robert Ferrer,y Xavier Fiol el trabajo del grupo artístico Encontrados. Muy cerca, Addaya ofrecía la muestra de Claudio Correa.
Otro punto neurálgico fue el de la calle Sant Feliu, casi imposible de transitar. Las propuestas de la Galería Kewening, locales de moda y de las galerías de las calles de Can Salas o Santa Creu, con las galerías Maior, que presentaba la exposición de Edward Lipski, o Abba Art, con Bárbara Juan como protagonista, crearon una amena y calurosa ruta en pos del arte o evento social, fiesta de encuentros amigables y diversión.
Ambiente más tranquilo en la Galería Vanrell, con la muestra de la obra de Antoni Amat, Caixaforum o Addaya, que recibían centenares de visitas. En el casco antiguo Bel Font,de Galería 6A, inauguró una interesante exposición colectiva bajo el título Now!!.
Bell Fullana, como miembro del Club Miseria, amenizó la tarde del sábado con su The closing Party , en Can Balaguer, donde el viernes se ofreció un cóctel a artistas, galeristas y coleccionistas.
En la plaça Drassanes, la galería Horrach Moyá, con ambiente más exclusivo, celebró un fin de fiesta.
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