LUX103. La ministra española de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, y sus homólogos de Grecia, Dimitris Droutsas, de Francia, Pierre Lellouche, y de Bélgica, Steven Vanackere, conversan antes de la reunión de ministros de Exteriores europeos en Luxemburgo hoy, lunes, 25 de octubre de 2010. Los ministros de Exteriores de la Unión Europea discuten hoy cómo adaptar su política hacia Cuba en respuesta a los cambios que se están produciendo en la isla. | CHRISTOPHE KARABA

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Los ministros de Exteriores de la UE encargaron ayer a la alta representante, Catherine Ashton, que establezca contactos políticos con Cuba con el fin de explorar posibles formas de avanzar en la relación bilateral.
Ashton, que tendrá que actuar dentro del marco de la actual 'posición común' de la UE sobre Cuba, se ha comprometido a informar en diciembre próximo sobre el resultado de esta misión.
La responsable de la diplomacia comunitaria «espera establecer contactos» con el Gobierno de La Habana entre ahora y diciembre, aunque no está previsto un viaje suyo a Cuba.
Los ministros comunitarios y Ashton debatieron ayer la respuesta de la Unión Europea a las últimas decisiones de La Habana de liberar a 42 presos políticos y anunciar algunas reformas económicas.
Moratinos
Sobre estas decisiones, Ashton señaló a los ministros que el recién relevado titular español de Exteriores, Miguel Àngel Moratinos, ha hecho un trabajo «fenomenal» y que su esfuerzo «logró demostrar en el marco bilateral que Cuba está dispuesta a lograr un compromiso con nosotros». «Ahora tenemos que trasladar esa atmósfera positiva al nivel europeo», añadió.
La nueva ministra española de Exteriores, Trinidad Jiménez, hizo una «apasionada» defensa de la propuesta de Madrid a favor de iniciar un diálogo con Cuba y superar la llamada 'posición común', con una intervención «constructiva y positiva».
Las fuentes valoraron el compromiso alcanzado como un «buen equilibrio» entre la postura que encabezaba España y respaldaban otros Estados miembros con la de otros países más escépticos, como Suecia, Alemania o Polonia, partidarios de mantener la «posición común».