Rudy Fernández observa la evolución del juego durante un reciente partido de los Portland Trail Blazers. | Efe

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Vuelve el mejor baloncesto del mundo. Arranca el curso 2010/11 en la NBA, y un mallorquín volverá a ser protagonista de uno de los espectáculos más apasionantes del planeta. Rudy Fernández cuenta las horas para iniciar su tercera temporada enrolado en las filas de los Portland Trail Blazers, una franquicia con la que ha mantenido una relación de amor-odio en los últimos meses y en la que, pese a hacer públicas sus intenciones de abandonar Estados Unidos para regresar a Europa, seguirá durante la campaña que se avecina. De nada ha servido la presión de sus agentes -que le han costado sendas multas- ni sus súplicas ante los medios. El General Manager de la franquicia de Oregón, Rich Cho, y el técnico del equipo del Rose Garden, Nate Mc Millan, han retenido a Rudy aferrándose al contrato y las obligaciones del balear hacia la franquicia propiedad de Paul Allen, a la que está unida durante los próximos meses, pudiéndose extender el compromiso hasta 2012.

Protagonismo

La tristeza de Rudy durante sus primeros días en Portland y el miedo a ser actor secundario en los planes de McMillan parecen haberse evaporado, y la pretemporada le ha servido para recuperar el tono y pasar página tras el disgusto del Mundial. No en vano, el exterior formado en Sant Josep ha sido uno de los destacados, promediando 21'4 minutos, 11'7 puntos, 2'3 rebotes y 2'4 asistencias, además de un buen porcentaje desde la línea de triple (52'5%). Unos números que invitan a soñar de cara a una temporada que para Rudy y los Blazers arranca en la madrugada del miércoles en España, cuando las puertas del Rose Garden se abran para acoger la cita frente a los Phoenix Suns.

El objetivo de la franquicia de Oregón no es otro que volver a meterse en los playoffs y rebasar la barrera de la primera ronda.

Las lesiones y la falta de continuidad por parte de McMillan acabaron por minar la moral de Rudy en su segunda campaña en la NBA. La declaración de intenciones del preparador dando minutos al mallorquín y la respuesta del pequeño de la saga Fernández invitan a soñar con la resurrección del gran talento que el pasado septiembre lideró a la selección española y que se ganó la confianza de Portland en el Draft de 2007.

Con 84 y 68 partidos disputados en sus dos anteriores campañas, en las que pasó de promediar 25'6 minutos y 10'4 puntos, a 23'2 y 8'1, la intención de Rudy no es otra que reivindicarse en vistas a agotar su contrato ofreciendo las mejores prestaciones y, después, plantearse si seguir en la NBA o afrontar el ansiado retorno.

Aspirantes

La temporada nace con un campeón a batir (Lakers), un español en lo más alto -Pau Gasol- y cuatro españoles en la élite: Pau y Marc Gasol, José Manuel Calderón y el mallorquín Rudy Fernández.

Pero todas las miras volverán a estar concentradas en el Staples Center. Allí, los Lakers iniciarán la defensa de un anillo que puede llevarles de nuevo a la leyenda. Con el permiso de el rival por excelencia, unos Celtics que han echado mano de la experiencia y los kilos de Shaquille O'Neal, aunque la competencia será feroz. Miami Heat es de los que más ha tirado la casa por la ventana. Wade, Bosh y LeBron James, protagonista del movimiento más notable, abanderan un proyecto con aroma campeón, pero que deberá afrontar un largo camino para hacer realidad sus esperanzas.

En el Oeste, Phoenix Suns y Houston Rockets se plantean como las alternativas, siempre contando con los peligrosos Spurs. Kings y Clippers están a la espera, mientras en el Este, los Celtics son el rival a batir. Knicks y Nets, junto al binomio de Florida: Orlando y Miami plantearán batalla en la carrera por intentar desbancar al mejor equipo a lo largo de las últimas temporadas. Otra vez, todos contra los Lakers.