La primera feria llenó con variedad de productos las calles más céntricas de la capital del Raiguer. | Antoni Pol

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Inca celebró ayer la primera de las tres ferias que preceden el Dijous Bo y la dedicó, siguiendo la tradición, a las flores y a las plantas, al producto local -el de las Illes Balears- y a la artesanía.

La jornada comenzó pronto, a las diez de la mañana, con el estallido de los cohetes, las melodías de la banda municipal de música y la animación de los capgrossos. A esa misma hora ya se habían abierto la mayoría de muestras. En esta ocasión los expositores de flores y plantas se distribuyeron a lo largo de la plaza d'Espanya y de las calles Comerç, Major y Miquel Duran. El ramo de las plantas, como es habitual, tuvo una extensión en el convento de Sant Domingo, donde los cultivadores de bonsais exhibieron su particular muestra.

Los puestos de producto local se mantuvieron en la plaza Mallorca. Los visitantes que siguieron el recorrido tuvieron la oportunidad de degustar quesos, embutidos, vinos, aceitunas y otros alimentos elaborados en las tres islas. También llamó la atención de los asistentes una muestra de antiguos carruajes mallorquines, en la avenida de General Luque, y el campeonato de caballos de pura raza, que con la de este año celebra su vigésimo sexta edición. A mediodía la iglesia de Santa Maria la Major acogió el tradicional homenaje a las personas mayores.

Hacia al Dijous bo

El próximo fin de semana (del viernes hasta el lunes) Inca proseguirá su andadura hacia el Dijous Bo (18 de noviembre) celebrando la Fira d'Època i de la Sostenibilitat. El siguiente domingo (7 de noviembre) le llegará el turno a la Fira Infantil i del Motor.