El Mallorca consiguió llevarse los tres puntos de Mestalla gracias a dos goles del 'Chori' Castro. | Youtube

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Valencia 1 - 2 Mallorca

Valencia: Moya, Stankevicius (Bruno, m.46), Maduro, Ricardo Costa, Jordi Alba, Manuel Fernandes, Albelda (Tino Costa, m.70), Pablo, Banega (Aduriz, m.46), Vicente y Soldado.

Mallorca: Aouate, Ratinho (Pereira, m.46), Nunes, Ramis, Ayoze, Joao Víctor, Nsue (Crespí, m.66), Martí (Pina,m.76), De Guzmán, Castro y Webo.

Goles: 0-1, m.7: Castro, de penalti. 0-2, m.29: Castro. 1-2, m.36: Soldado, de penalti.

Àrbitro: Alvarez Izquierdo (colegio catalán). Amonestó por el Valencia a Albelda, Tino Costa, Soldado, Ricardo Costa, Aduriz y Banega y por el Mallorca a Ayoze, Crespí, Nunes y Ratinho.

Hay días en los que a uno todo le sale rodado y ayer el Mallorca tuvo ese día. Le van los grandes, no hay duda. Se crece. Es algo innato y lo lleva en sus genes. Empató ante el Madrid y el Barça y ayer encendió la traca en Mestalla. Aparcados los miedos de jugar ante otro de los transatlánticos de la Liga, los de Laudrup aceptaron el reto de actuar con descaro, de aplacar con fútbol y atrevimiento el plan de Unai Emery. No es menos cierto que partidos como el de anoche necesitan de ese punto de heroicidad al que todo equipo pequeño se agarra para aumentar su autoestima, pero ayer no hizo falta ni eso (1-2).

El grupo balear saltó al campo consciente que la mejor improvisación es la que está preparada y eso hizo; preparar el partido. Entre Martí, Joao Víctor y de Guzman neutralizaron a Ever Banega y a partir de ahí el repaso al Valencia fue total. A los treinta minutos ganaba 0-2; Mestalla era un hervidero y lo que tenía que ser un ejercicio de supervivencia, se convirtió en un espectáculo estupendo, en una noche de ensueño, al menos hasta el minuto 35.

A los seis minutos, el colegiado Àvarez Izquierdo señaló penalti en un tropiezo de Webó al ir a disparar a puerta. No era pena máxima, pero poco le importó a Castro. El urugayo tiró mal, muy mal, pero batió a Miquel Angel Moyà. 0-1 y a seguir.

Funcionaba el Mallorca arriba y funcionaba Aouate abajo. El israelí resolvió varios conflictos y firmó tres intervenciones de mucho mérito. Hay detalles que marcan el DNI de los equipos y en la portería está localizado un elemento clave en este bloque.

El Valencia no terminaba de canalizar su ira en fútbol y el Mallorca se gustaba. Tanto se gustó que Castro marcó el segundo tras aprovechar un rechace de Moyà, que había hecho un paradón para despejar un disparo envenenado de Ratinho. El pez pequeño se merendaba al grande.

Sin embargo, en el fútbol siempre hay un pero y éste fueron las imprecisiones de Nsue y Castro en las contras. El 'Chori' marcó dos goles, pero necesita despertarse en jugadas elaboradas. No obstante, entre él y de Guzman impulsaron al Mallorca.

De repente, del posible 0-3 se pasó al 1-2. Ratinho lanzó un patadón a Vicente dentro del área. Penalti que pudo ser expulsión, pero se quedó en pena máxima. Soldado no perdonó y acortó distancias. En esos momentos, a falta de diez minutos, la mejor noticia era el descanso.

En la reanudación se llevó a cabo un ejercicio claro de supervivencia, de esos que hacen épica una victoria. El fútbol de trincheras recobró su intensidad, era un fútbol de rayos y truenos, de un Mallorca ordenado y defendiendo y un valencia atacando y atacando a la desesperada.

Lo intentó por la derecha y sobre todo por la izquierda -Vicente desquició a Ratinho, Pereira y Martí Crespí, los tres inquilinos del lateral derecho durante la noche- de lejos y de cerca, pero ayer era la noche del Mallorca. Era su momento, su fiesta, su traca y qué traca.

Fue una victoria que amortigua el golpe sufrido el pasado domingo ante el Espanyol. Encontró Laudrup el punto de sal ideal para elaborar un plato exquisito. Ayer se sirvió fútbol en Mestalla y lo puso un Mallorca que se crece ante los grandes. Qué gran noche.