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Al paso de los años la población ha bajado la guardia. Dos de cada tres personas seropositivas, o sea, infectadas por el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), que en su última fase puede derivar al mortífero sida, llegan al diagnóstico cuando ya deberían estar en tratamiento.

Ayer fue en Balears el Día de la Prueba del VIH, la jornada que en los últimos años quiere recordar la importancia del diagnóstico precoz de esta enfermedad. Desde la estadística oficial abierta en 2003, el Govern tiene censados en el archipiélago 947 casos, el 59% de los cuales se hicieron la prueba tiempo después de contraer la infección.

En 2009 se realizaron en Balears 56.212 pruebas voluntarias de detección del VIH, la mayoría en el Servei de Salut pero también en centros de atención a la drogodependencia, en la Asociaació de Lluita Anti-sida y en Metges del Món. 13 de esos test resultaron positivos.

Margalida Buades, directora general de Salut Publica, fue ayer contundente: «Se trata -dijo- de tomar medidas preventivas y en todo caso de hacerse la prueba ante la más mínima sospecha».