Maria Horrach, Francisca Bauzà, Gloria Pazos, Xisca Moyà y Marilén Amorós. | Lydia E. Larrey

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Las bodegas Tianna Negre albergaron un maridaje que unió arte, cocina y vino, con un denominador común: Binissalem.

Los paisajes al óleo de Luis Maraver, cobraron aroma y sabor en las copas de los asistentes, que conocieron a manos de su sumiller Patrick Paulen el nuevo monovarietal de la bodega, el TN5-4, popularmente conocido como Sa Madona, elaborado con uva Mantonegro.

Arte y gastronomía en Tianna Negre

Redondearon el maridaje los platos de Simone Panighello, del restaurante especializado en gastronomía italiana Terra di Vino.

Arte y gastronomía en Tianna Negre

Una velada con su vertiente solidaria, ya que la recaudación se destinó al Grupo de Investigación en Terapias Avanzadas y Biomarcadores en Oncología Clínica del Idisba.