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Más de un centenar de empleados públicos, mayoritariamente de la Agencia Andaluza de Agua, boicotearon ayer con gritos, abucheos y silbatos el acto de inauguración de la restauración de la plaza de España, de Sevilla, en el que participaba el vicepresidente tercero del Gobierno, Manuel Chaves.

Chaves y el alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, fueron recibidos nada más llegar con gritos de «fuera» y «Andalucía no se vende» por parte de funcionarios y empleados públicos, que portaban banderas de UGT y de plataformas en defensa del sector publico.

A pesar del griterío, Chaves y el alcalde pronunciaron breves discursos de inauguración de la restauración de la plaza, que prácticamente eran inaudibles para la mayoría de los cientos de ciudadanos que habían acudido al acto público.
Ni tan siquiera cuando sonó el himno de Andalucía los manifestantes dejaron de gritar y silbar, lo que deslució la actuación de la Orquesta Sinfónica de Sevilla.

Asimismo, desde un balcón un grupo de manifestantes colgó una pancarta en la que se leía «¿Qué queréis hacer con las obras hidráulicas, dárselas a vuestros amigotes de Egmasa?».

El motivo principal de la protesta, según explicaron representantes sindicales, es el decreto de reordenación del sector público andaluz -aprobado por la Junta de Andalucía- y aprovecharon la asistencia del ex presidente andaluz para escenificar la protesta.