Las personas que paseaban ayer por sa Llotja se vieron sorprendidas por el olor. | Joan Torres

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Las fuertes lluvias de ayer, con casi 42 litros registrados en Portopí, pudieron ocasionar ayer una nueva fuga de aguas fecales en la zona del Passeig Sagrera y la plaça de la Llotja, dejando durante toda la mañana un mal olor que acompañó el trabajo de los restaurantes de la zona y de los pocos visitantes que se 'dejaron ver' por la zona.

Durante la mayor parte de la mañana, una cuadrilla de trabajadores de Emaya se dedicaron a limpiar la zona de residuos intentando evitar, en la medida de lo posible, el mal olor que se había creado, algo que no fue posible hasta última hora de la tarde ya que la lluvia constante que cayó en Palma durante todo el día impidió realizar el trabajo de la forma más eficaz.

Mal olor

Los trabajadores de muchos restaurantes de la zona de sa Llotja ayudaron también a limpiar la zona de desperdicios para poder trabajar, aunque el fuerte olor hizo que los pocos clientes que se acercaron a la plaça de la Lotja desistieran de quedarse a comer.

«Otro día perdido; el mal tiempo y este olor nauseabundo nos han echado a perder el día», señalaba un camarero de brazos cruzados ayer al mediodía mirando cómo la mayor parte de sus mesas estaban vacías.

Por su parte, el propietario de otro establecimiento aseguraba que «ya lo teníamos difícil con la que ha caído, pero con este escape y las obras que han cerrado la zona al tráfico, nos va a hacer polvo», aseguraba.

Y es que el Passeig Sagrera está cerrado al tráfico desde finales de septiembre porque se están realizando obras para mejorar el alcantarillado y evitar escapes como el que ayer ocurrió en la zona.