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Que Jorge Lorenzo está llamado a hacer historia este fin de semana ha quedado más claro que nunca tras la renuncia a viajar hasta Malasia de Dani Pedrosa. Siete puntos le separan de una gesta inédita en el deporte balear y con un único precedente en nuestro país. Pero al margen del rendimiento y los laureles a nivel individual, el piloto mallorquín puede hacer más felices a sus mentores en la cilindrada reina.

No en vano, Yamaha y el equipo Fiat son los líderes destacados de los Mundiales de fabricantes (o marcas) y de equipos, dos galardones obtenidos en los dos años anteriores de presencia del 99 en sus filas y que dejan patente la regularidad, en especial de Jorge, pero también de Valentino Rossi. A falta de cuatro Grandes Premios para el cierre del curso 2010 (Malasia, Australia, Portugal y Comunitat Valenciana), Yamaha acumula un colchón de 24 puntos sobre Honda en la general del Campeonato de constructores, un reconocimiento muy valorado en Iwata, Ducati, la tercera en discordia, apenas tiene opciones de arrebatarles la reválida.

Por su parte, la diferencia en la general de equipos es más ostensible, pues el Fiat Yamaha posee 454 puntos, por los 387 del Repsol Honda y los 309 de Ducati. Buena parte de ese acumulado se lo deben a Jorge, pues la ausencia de Valentino le convirtió en el único sustento de garantías en este concurso que servirá para despedir con buen sabor de boca y con casi toda probabilidad, la presencia del fabricante italiano como espónsor principal del equipo oficial de Yamaha y de Jorge Lorenzo.