Cándido Méndez e Ignacio Fernández Toxo en la manifestación del día de la huelga general celebrada el pasado miércoles día 29 de septiembre. | Reuters

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Los sindicatos UGT y CCOO exigen que el Gobierno rectifique la reforma laboral como condición para abrir un nuevo proceso de diálogo social con el Ejecutivo y advierten de nuevas movilizaciones.

Así lo decidieron hoy los dos sindicatos concluida la reunión del Consejo Confederal de UGT que hoy analizó la huelga general del 29 de septiembre.

Según un comunicado de UGT, ambas organizaciones han decidido mantener «las exigencias de rectificación al Gobierno con un proceso de movilizaciones» al tiempo que han anunciado que este mes presentarán un documento con sus principales reivindicaciones.

El Consejo de UGT ha advertido al Ejecutivo de que «no trate de confundir» a la sociedad con un anuncio de retomar el diálogo con los sindicatos, ya que «una cosa es la obligación legal» del Gobierno de informar sobre las medidas y políticas sociales que afectan a los trabajadores, «y otra bien distinta la apertura de un proceso de diálogo social».

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La dirección de UGT reiteró el rechazo «contundente» de los trabajadores y la sociedad a las políticas de recortes sociales y laborales del Gobierno.

Por otra parte, los dos sindicatos reiteraron la petición a la CEOE y a CEPYME para comenzar las negociaciones para la reforma de la negociación colectiva.

Al respecto, acusaron a la patronal de «demorar desde hace meses de forma injustificada» dicha negociación y exigieron al Gobierno que «no ceda a la tentación» de acometer de forma unilateral esta reforma, «que parece ser que es lo que buscan las organizaciones empresariales».

Asimismo, UGT y CCOO plantearán en un documento las alternativas sindicales a las políticas laborales del Gobierno con una «propuesta básica» que sería «restablecer los derechos eliminados por las reformas implantadas».

El Consejo Confederal de UGT criticó que el Gobierno haga «una lectura equivocada» de la realidad al considerar que puede «sortear» el rechazo social a sus políticas reanudando los contactos con los sindicatos «sin una rectificación clara», de la reforma laboral, o de la propuesta sobre el sistema de pensiones.