Imagen de la protesta de esta mañana. | Pere Bota

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Decenas de trabajadores de la empresa concesionaria de los servicios informativos de la radiotelevisión autonómica de Baleares, SBT, han recibido hoy con una intensa pitada a los diputados del Parlament para reclamar que se corrijan los defectos del actual modelo del ente y se internalice a la plantilla.

«No externalización, internalización ya», «Basta de corrupción» y «Queremos una auditoría en IB3» han sido algunas de las pancartas con las que los trabajadores de SBT, que hoy realizan su segunda jornada de huelga, han dado la bienvenida a los asistentes al Debate sobre el Estado de la Autonomía, que se celebra en el Parlament.

Del discurso del presidente del Govern, Francesc Antich, estos trabajadores ya no se esperan «nada», según ha explicado el portavoz del comité de empresa, Sebastià Sabater, que ha recordado la promesa incumplida del propio jefe del ejecutivo cuando estaba en campaña electoral.

Compromiso

El objetivo de los que conforman la plantilla de informativos ahora es otro: lograr el compromiso de todos los partidos políticos que forman parte de la cámara autonómica, para garantizar un futuro «mejor» al ente, «más estable y más justo» para el trabajador y su audiencia.

Los trabajadores han insistido en que los partidos han de trabajar para lograr un consenso sobre qué modelo de radiotelevisión pública se quiere pues «ha quedado más que demostrado que el actual es totalmente precario», ha añadido Sabater.

«Queremos que cumplan con su promesa de tener una plantilla propia de informativos y dejar este modelo de goteo de despidos», ha remarcado Sabater, confiado en que estas movilizaciones, «que suponen un gran esfuerzo para el trabajador», sirvan para que empiecen a dar pasos.

El calendario de movilizaciones acordadas finaliza hoy, con la segunda jornada de huelga en la que solo están funcionando los servicios mínimos (el 50% de los trabajadores), pero no descartan tomar nuevas medidas.

Para ello, habrá asambleas de trabajadores en las que se decidirá el camino a seguir para que se escuchen «de verdad» sus reivindicaciones.