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Los últimos movimientos ocurridos en la política mallorquina -el veto de Font en el Partido Popular y las escisiones en el seno de Unió Mallorquina por parte de diferentes agrupaciones locales- ha generado una pregunta: ¿Hay espacio para una nueva opción política? El Instituto Balear de Estudios Sociales (IBES) ha analizado el espectro ideológico del electorado mallorquín y ha concluido que un partido de corte regionalista, dentro de una órbita liberal, podría alcanzar una representación de entre 6 y 8 escaños en el Consell de Mallorca. Esta es una de las principales conclusiones de la encuesta realizada por el IBES en exclusiva para Ultima Hora, la cual apunta que esta eventual formación política sólo arrebataría entre uno y dos diputados al Partido Popular.

Cabe señalar que Unió Mallorquina, en la etapa que tenía a Jeroni Albertí como líder y defendía el regionalismo como su espacio político, llegó a tener seis diputados por Mallorca en el Parlament a los que se sumaron dos procedentes de opciones afines en Menorca y Eivissa.

El estudio del IBES apunta que el sentimiento regionalista es, incluso, superior al nacionalista, con un 18 por ciento sobre el total del electorado mallorquín. Unos y otros suponen una bolsa potencial de 143.219 posibles votantes, el 28 por ciento del total, muy por detrás del sentimiento españolista, que aglutina el 64 por ciento del electorado de la Isla. Cabe señalar que en muchos casos hay una dualidad en el sentimiento español/mallorquín que oscila de manera coyuntural, según los intereses que se considera necesario defender en cada momento.

El estudio del IBES refleja que el sentimiento de voto regionalista, también el nacionalista, aparece en todas las formaciones políticas. Sin embargo, es en UM donde ocupa una franja más amplia de su electorado, el 58 por ciento, muy por encima del nacionalista -tal y como se autodefine ideológicamente el partido- que es sólo del 14 por ciento.

En otras formaciones de ámbito estatal, PP y PSOE, el regionalismo está a la par, entre el 11 y el 13 por ciento, respectivamente. También llama la atención que dentro de los votantes del Bloc (nacionalismo de izquierdas) casi se reparten de manera equitativa los sentimientos de nacionalismo y regionalismo.