Toni Nadal, en una imagen de archivo, durante una entrevista concedida a Ultima Hora. | Joan Torres

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El entrenador de Rafael Nadal, su tío Toni Nadal, reconoce que la clave para llevar a su sobrino a conquistar el Grand Slam con tan sólo 24 años está en el trabajo duro, ya que ha sido muy exigente para conseguir hacer del manacorí un sólido número uno del mundo.

«Siempre he sido muy crítico con mi sobrino. Es mejor exagerar la crítica que aligerarla. Nunca acepté excusas a Rafael para justificar sus derrotas. Lo que marca la diferencia es el trabajo duro. El que se crea mejor por ganar algo es un estúpido», afirma en una entrevista al suplemento 'XL Semanal', que recoge Europa Press.

El técnico sabe que su pupilo respeta su autoridad. «Soy su tío, y eso es determinante. Se ha educado así toda la vida, y le pareció bien. Si a un niño, porque triunfe, le das carta blanca a los 17 años, lo normal es que a los 24 sea un imbécil. No es el caso de Rafael, ya no hay que decirle qué debe hacer», añade.

'Uncle Toni', como se le conoce en el circuito ATP, no cree que sean necesarios los halagos para animar a un deportista profesional. «Mal jugador aquel que necesita que lo halaguen todo el tiempo», apunta al tiempo que reconoce la importancia de la preparación mental del pentacampeón de Roland Garros.

«Para mí hay un principio fundamental: control. De la situación, de la pelota, de cada cosa que hago. A Rafael siempre le decía: el golpe nunca va por delante de la cabeza. El trabajo fundamental se hizo de los 8 a los 17 años. Luego ya fue dejarse llevar. El deporte es un tema mental. Crearle la exigencia, las ganas, toda esa intensidad, se hace, básicamente, en los años juveniles», añade.

«YO NO COBRO UN DURO»

Toni Nadal vio desde muy pronto que su sobrino tenía madera de campeón y por ello se dedicó a llevar su carrera desde los diez años. «No porque pensara en vivir del tenis, porque yo no cobro un duro por entrenar a mi sobrino, sino porque la situación familiar lo permitía», apunta.

El hecho de llevar la carrera de Nadal no ha causado ningún problema con sus padres, que asegura están «tranquilos» porque las cosas «van bien» al tiempo que precisa que nadie ha dejado su trabajo por los éxitos del campeón olímpico. «Su padre trabaja más que antes, ya que se ocupa de sus asuntos y de los de su hijo», recalcó.

Otra de las claves del triunfo de Nadal es que siempre ha tenido «los pies en el suelo» y recordó una anécdota vivida por su sobrino al que reprochó comerse una mariscada en San Juan de Luz. «A tu edad, lo que debes hacer es comerte una hamburguesa», le dijo.

Por último, celebra la buena relación que mantiene el manacorí con su gran rival, el suizo Roger Federer. «Rafael siempre lo tuvo claro: el rival lo es en la pista», finaliza.