El presidente del Gobierno entra en el Congreso acompañado de la ministra de Defensa, Carme Chacón. | Efe - Emilio Naranjo

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El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, señaló ayer que las tropas españolas permanecerán en Afganistán «hasta que el país deje de ser una amenaza para la comunidad internacional», pero se comprometió a trabajar «con eficacia y en todas las dimensiones del conflicto para que la misión concluya cuanto antes».

Por su parte, el líder del PP, Mariano Rajoy, apoya que las tropas se mantengan en el país afgano, aunque recriminó al presidente del Gobierno que no diga «la verdad» sobre la misión, ya que «todo el mundo» admite que se trata de «una guerra».

«Seguiremos haciendo todo lo posible para que pronto llegue el día en que nuestras tropas puedan abandonar el territorio afgano con la plena satisfacción del deber cumplido», destacó el jefe el Ejecutivo en su comparecencia ante el pleno del Congreso.

«Cuanto antes consigamos que esto suceda, antes podrán regresar nuestras Fuerzas Armadas de Afganistán», recalcó.

Información detallada

Zapatero también advirtió que sería «prematuro» aventurar posibles calendarios de retirada, aunque se ofreció a dar más información detallada de la estrategia y las perspectivas.

Además, el jefe el Ejecutivo concedió gran importancia a los esfuerzos de reconstrucción y la cooperación española en el país, que ascienden a 220 millones de euros en 2006-2012 (sumándose a los más de 1.900 millones que ha costado la aportación española a la ISAF en nueve años).

Por todo ello, reconoció que España ha pagado un alto precio económico y humano, pero insistió en que es necesaria para «evitar que el terrorismo extremista vuelva a adueñarse de Afganistán» y «sacuda de nuevo a nuestros pueblos».

Por su parte, Rajoy volvió a pedir al Gobierno que diga «la verdad», como han hecho otros países europeos, que, «salvo usted, dicen que es una guerra y que estamos metidos en ella». «Si no se perciben con claridad los objetivos, los valores que defendemos y las amenazas a las que se enfrentan nuestros soldados, ¿cómo vamos a pedir a la opinión pública que apoye una misión que ni siquiera entiende porque no se le explica con claridad?».

Por su parte, CiU, en palabras de Duran i Lleida, dijo que «la solución pasa por la negociación» con los talibanes. Josu Erkoreka, del PNV, pidió que se mantengan las tropas aun siendo mejorables las tácticas de la ONU.

Por contra, el BNG e IU remarcaron que el balance económico de la operación es «insoportable» y aseguraron que el propio Departamento de Defensa estadounidense ya ha reconocido que es «una guerra prácticamente perdida». Para Joan Ridao (ERC) es la hora de apostar por «una estrategia política de inmediato» y un «calendario de retirada ordenada y segura».