TW
0

El juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, actualmente suspendido por presunta prevaricación al investigar los crímenes del franquismo, ha asegurado este jueves no haber recibido «ni un céntimo más» por parte de la Universidad de Nueva York al margen de las «cantidades pactadas» por unos cursos impartidos en dicha institución estadounidense.

No obstante, y al haber ordenado el Tribunal Supremo (TS) que la Policía Judicial de la Guardia Civil investigue sus ingresos entre el 1 de marzo de 2005 y el 30 de julio de 2006, Garzón ha anunciado que él mismo reclamará «declarar» ante el magistrado Manuel Marchena al objeto de aclarar todos los aspectos «lo más rápido posible».

Baltasar Garzón visitó este jueves Valverde del Camino (Huelva) para recoger el título de Hijo Adoptivo concedido según un acuerdo del pleno del Ayuntamiento. En este marco, dijo a los medios de comunicación que, por lo que se refiere a su colaboración con la Universidad de Nueva York, no ha recibido «ni un céntimo más de las cantidades pactadas». Ante esta petición del magistrado que instruye la querella presentada por los abogados murcianos José Luis Mazón y Antonio Panea contra Garzón por presuntos delitos de cohecho y prevaricación en relación con la dirección de los citados cursos, Garzón quiso ser «contundente» a la hora de aseverar que no tiene «nada que ocultar».

«Las cuentas, si me las hubieran pedido sencillamente, las hubiera aportado», ha dicho el suspendido juez de la Audiencia Nacional, quien se ha mostrado esperanzado en salvar la situación «lo más rápido posible». «Voy a pedir mi declaración, porque yo no he declarado sobre estos hechos», ha subrayado. «Va a quedar claro que no hay ninguna relación entre los hechos que investiga el TS y las cuentas que hoy se trasluce que pudiera existir», ha considerado antes de argumentar que «no hay base legal para esta investigación».

Sobre todo, ha insistido en su intención de «comparecer para aclarar todo», además de entender que el «objeto de la investigación» ha sido «extralimitado». «Yo confío en la justicia. Todos somos iguales ante la Ley, pero esta investigación no tiene base ninguna», ha dicho Baltasar Garzón, quien ha negado las «inexactitudes y contradicciones» alegadas por el magistrado Manuel Marchena en cuanto al interrogatorio practicado a Garzón el pasado 15 de abril.

Control

Sobre el hipotético «desgobierno contable» aludido por el magistrado en cuanto a la Universidad de Nueva York, Garzón ha considerado que la institución «ha aportado todo y ha contestado suficientemente» con «toda la información» en lo que a estas diligencias se refiere. En la Universidad de Nueva York, ha dicho, «el control es estrictamente rígido».

«No voy a decirlo yo», ha respondido cuestionado por una posible persecución política, si bien ha destacado el «daño» que sufren su familia e incluso la Universidad de Nueva York a consecuencia de una investigación que «no tiene ninguna base». Sobre el presunto delito de prevaricación que se le atribuye por investigar los crímenes de la dictadura franquista, el juez de la Audiencia Nacional ha asegurado que no está de acuerdo en su imputación y ha manifestado su esperanza en recibir un trato igualitario al resto de ciudadanos. «Se nos han rechazado ya muchas pruebas. Espero que se admitan las solicitadas para el juicio oral», ha concluido.