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«Uep!, ara t'acab de veure pel diari. Tu ja saps Guillem que jo sempre et donaré suport amb el que facis i allà on vagis». Estas eran las palabras de un vecino de Campos a Guillem Ginard al día siguiente de anunciar su salida y la de toda la agrupación local de Unió Mallorquina.


«Ya ves durante todo el día de ayer -viernes- y hoy -sábado- en Campos y sa Ràpita, por todo, la gente no sólo a mí sino al resto del partido, nos dice que hace un año que teníamos que haber marchado».


-¿Qué cree usted que puede suponer para UM perder la agrupación de Campos?


-Ahora deberán comenzar de nuevo o hacer realidad los proyectos y las promesas hechas al pueblo. Nosotros seguimos el mismo camino; si UM se ha desviado ya se arreglarán. Y lo que me queda claro es que UM no ha sido el partido que más se ha reído de Campos, hay otros.

-Josep Melià dice que ha intentado reunirse con usted en seis ocasiones ...


-Dijimos que no participaríamos de las reuniones, y él no se ha puesto en contacto conmigo. La única vez que lo intentó fue a través de una tercera persona que me dijo: 'El presidente quiere que nos veamos a escondidas en un restaurante de Montuïri y te quiere ofrecer la vicepresidencia del partido y formar parte de la ejecutiva'. Esto es lo que sé, si esta persona no dijo mentiras.


-Ya debíais saber que formabáis parte de un partido nacionalista, ¿no?


-Yo nunca he dicho que no sea nacionalista, pero no estamos de acuerdo con el giro al que nos referimos. Basta leer la revista de UM 'El Far' para ver que hay algunas cosas que se defienden que ni Esquerra Republicana escribe. Basta decir esto.

-¿Y no quisistéis aceptar el código ético del partido?


-No votamos el código ético, ni lo escuchamos porque nos fuimos a berenar. En un partido la ética debe darse por supuesta. Quién la ha hecho que la pague, y los tribunales ya decidirán. Para dar ética se debe tenerla y no era el caso del señor Verd, él sabe el motivo por el que no nos quedamos a escucharlo, que lo explique. La ética no se enseña ni se vota, se tiene o no.

-¿Creéis que hubo renovación en ese congreso de UM?


-El congreso fue un paripé, nada de renovación, los que hay son más antiguos que yo. El gran problema de UM es la falta de interés de la gente por el partido. Nadie quiso ponerse al frente y Melià tuvo que seguir. Hay gente que se mueve pero el presidente no hace lo que debe hacer su problema es la indiferencia.

-Y...
-Déjame decir que es lamentable que los alcaldes de UM digan en el periódico lo que no me han dicho a la cara, incluso algunos me dicen algo a mí y al partido una cosa muy diferente.