Guillem Servera, Teresa Ferrer, Jaume Orell y Toni Pons. | Lydia E. Larrey

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Con gran afluencia de público se inauguró en el museo modernista Can Prunera, en Sóller, la exposición Miró i Picasso. Història de una amistat , muestra comisariada por Joan Punyet Miró. Fue precisamente el nieto de Miró quien se encargó de presentar el discurso expositivo a la comitiva de autoridades, entre las que se encontraban el alcalde de Sóller, Jaume Servera; el secretario de Estado para la Sociedad de la Información, José Maria Lassalle; la delegada del Gobierno, Maria Salom; el conseller de Cultura del Consell, Francesc Miralles; el presidente de honor del Grup Serra y presidente de la Fundació Tren de l'Art, Pere A. Serra; el vicepresidente de la Fundació Tren de l'Art, Óscar Mayol; la presidenta de la Confederación de Asociaciones Empresariales de Balears, Carmen Planas; el director general de Puertos de Balears, Xavier Ramis; y el séquito de las Valentes Dones, formado por Llucia Bibiloni, Catalina Arbona y Lluís Cortés. Antes de pasar a tomar un refrigerio en los jardines de Can Prunera, los asistentes pudieron disfrutar de un recorrido por la amistad que unió a los dos artistas a través de su obra que, acompañada por una amplia selección de la correspondencia que intercambiaron durante años, permite conocer un poco más de cerca la relación que mantuvieron dos de los máximos exponentes del arte contemporáneo. La exposición Miró i Picasso. Història d'una amistat permanecerá abierta al público en Can Prunera hasta el próximo 26 de noviembre.