Los integrantes de la plantilla del Real Mallorca, escuchan las instrucciones de Michael Laudrup durante el entrenamiento de ayer en tierras holandesas.

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Y ahora, ¿qué? La reflexión, muy habitual en la biografía rojinegra, vuelve a cobrar sentido en el entorno del Mallorca. El proyecto de la temporada 2010-11, que fue concebido pensando en tres competiciones, ha visto cómo se modificaban bruscamente sus planes en uno de los tramos fundamentales de su preparación. El 'castigo' de la UEFA no sólo ha herido el orgullo de la plantilla. También le obliga a cambiar de coordenadas.

En el club nadie tenía la certeza de que el primer equipo volvería a desfilar sobre la pasarela europea. Su crítico estado de salud, agravado hace algo más de un mes por la entrada en concurso voluntario de acreedores, encendió las alarmas de Son Moix, aunque todos esperaban que las amenazas del máximo organismo europeo quedaran en eso, en un simple aviso. Además de advertencias, se habían recibido otras señales que invitaban al optimismo y que permitían a los futbolistas fantasear con la idea de entrar en el sorteo de la fase previa de la Europa League, previsto para el día 6 de agosto. Hasta que se confirmaron las peores sospechas.

Protesta

La SAD fue informada el jueves de que se quedaría al margen del torneo y salvo que el recurso prospere, tendrá que esperar para renovar el pasaporte. La situación es extraña. El Mallorca no tiene permiso para volver a Europa y aunque sus jugadores se quejan y estudian protestar, hay una parte del vestuario que no da por perdida la batalla. Se trata, principalmente, de Michael Laudrup, que en Zwolle, tras el primer amistoso de la estadía holandesa, se cansó de repetir (lo hizo hasta en cuatro ocasiones) que «habrá que esperar a ver qué pasa». Igual confía mucho el danés en los servicios jurídicos del club, pero lo cierto es que su actitud ante el tema sigue sorprendiendo. «Yo soy optimista», dijo.

Eso significa que el Mallorca extenderá el plan de trabajo previsto durante los próximos días. En Holanda trata de levantar los cimientos de todo el ejercicio, pero pensando a corto plazo. Habitualmente, el equipo no empieza a competir hasta finales de agosto, pero este año debía adelantar su regreso (las primeras eliminatorias de la antigua UEFA se celebran entre el 19 y el 26 de agosto) y toda la carga física de este mes apuntaba justamente ahí. Por eso el equipo volvió antes que nadie de las vacaciones (5 de julio).

Una vez confirmada la no participación en la Europa League, los planteamientos de Laudrup parece que no variarán. Se alargará la preparación a la espera de que los recursos del club abran alguna puerta. El danés no se rinde. Y durante las últimas horas ha sido él quien le ha levantado la moral a los jugadores. Ahora, otro de los problemas con los que puede topar el Mallorca tiene que ver con el mercado. La Europa League, además de asegurar unos beneficios económicos, servía como gancho a la hora de reforzar la plantilla. Y sin ella, es probable que la camiseta rojilla también pierda cierto atractivo para algunos futbolistas.

Javi Guerra se va al Valladolid

El Real Valladolid hizo oficial ayer la contratación del delantero malagueño Javier Guerra, futbolista del Mallorca, aunque en la última temporada jugó en el Levante en calidad de cedido.