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Las regulaciones del tráfico aéreo en la zona de Balears por la ausencia de una tercera parte de los controladores del centro de Barcelona han ocasionado hoy retrasos en 121 vuelos programados en los aeropuertos de Palma, Eivissa y Maó.

Según han informado fuentes de Aena, en Palma, a las 13.00 horas se habían producido retrasos en 44 vuelos de salida, que acumulaban 45 minutos de demora, y en 18 llegadas, con un promedio de espera de 18 minutos.

Los mayores problemas se registran en Eivissa, donde desde la pasada medianoche se han producido demoras de una media de 81 minutos en 25 operaciones de salida y en 17 de llegada.

En Menorca, los retrasos acumulados hoy afectan a 12 operaciones de salida, con una media de 45 minutos de demora, y 5 de llegada, con entre 30 y 45 minutos.

Para el conjunto del día el aeropuerto de Palma tiene programadas 909 operaciones que supondrán el tránsito de unos 86.500 viajeros; en Eivissa hay previstos 220 vuelos con 30.500 pasajeros; y en Menorca, 116 movimientos con unos 13.000 ocupantes.

El perjudicado

Para AENA, esta acumulación de bajas, que en la mayoría de las ocasiones se comunican sin el tiempo suficiente para buscar sustitutos, «tiene el evidente objetivo de entorpecer el tráfico aéreo y un claro perjudicado: el pasajero que ve alterados sus planes de viaje en plena temporada de verano, así como las compañías aéreas y el sector turístico».

El absentismo de los controladores de Barcelona afectó principalmente el Aeropuerto de Alicante. En concreto, el aeropuerto alicantino registra retrasos de 99 minutos de media en 21 vuelos de los 262 programados para este domingo.

En el Aeropuerto de El Prat, los vuelos acumularon retrasos de 28 minutos de media, y en Girona y Reus operan con normalidad. El ministro de Fomento, José Blanco, anunció ayer su decisión de trasladar a la Fiscalía las demoras en los aeropuertos españoles registradas este fin de semana ante las bajas de controladores, para que se investigue una situación que, a su juicio, responde a «consignas».

Asimismo, el titular de Fomento explicó que la inspección de la Seguridad Social ya está investigando la situación del centro de control de Barcelona, donde en ayer no trabajó «el 50 por ciento de las personas que lo tenían que hacer».

En este sentido, ha indicado que el hecho de que estos trabajadores se pongan enfermos «de un día para otro» parece indicar que «se hace de forma organizada». En su opinión, estas bajas son «consignas» a las que los controladores están respondiendo, por lo que ha asegurado que el Gobierno «hará cumplir la ley» para que ciudadanos y compañías aéreas no se vean perjudicados por los paros. «Vamos a tomar decisiones incluidas algunas que pueden preveerse y darse de acuerdo a la nueva ley que hemos aprobado», insistió el ministro.