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La implantación por parte del Gobierno alemán de una 'ecotasa aérea' que supone el encarecimiento del billete de avión hasta en un 30%, fue calificada ayer por el presidente Francesc Antich de medida «incongruente» con las nuevas políticas de la UE, que ya gravan a las compañías aéreas por emisión. «No tienen por qué gravar también a los pasajeros», alegó tras una reunión en el Consolat de Mar acerca de las medidas del Ejecutivo para incentivar el mercado turístico ruso en las Islas.


El disfraz ecológico

Más duro fue Josep Oliver, presidente de la patronal (CAEB): «Que no disfracen con argumentos ecológicos un impuesto, que digan que implantan un impuesto y ya está», dijo en referencia a la tasa alemana y también a la que aprobó el viernes el Govern: el Impuesto sobre Instalaciones que inciden en el Medio
Ambiente.

«Cualquier impuesto que grave al sector del turismo no puede ser beneficioso para nosotros. Lo lamentable es que amparen el impuesto bajo el paraguas ecológico», señaló Oliver.

En esta línea se manifestó Joan Gual, presidente de la Cambra de Comerç, quien adelantó que «cuando Alemania se pone 'dura' a sanear su deuda , podemos esperar este tipo de impuestos y más. Es una cuestión de deuda».

Gual aseguró que la Cambra de Comerç ha reclamado la implantación de un cielo único europeo como solución para abaratar el transporte aéreo, «que cada país tenga su propio criterio encarece el transporte, y este impuesto supone todo lo contrario a ese cielo común».

La economía tardará entre dos y tres años en sanearse y «habrá más impuestos», adelantó Gual.

Como primera medida, Antich destacó que ayer mismo se puso en contacto con la secretaria de Estado de Transportes, Concepción Gutiérrez del Castillo, para protestar por la 'ecotasa aérea', que esta vez se embolsará el Gobierno de Angela Merkel.


Más cenizas

De la conversación, Antich relató que la representante del Gobierno central comparte la idea de que «las compañías aéreas europeas ya pagan una impuesto por emisiones» y que no parece el mejor momento para implantar una nueva carga fiscal al pasajero.

«Las compañías de aviación europeas se encuentran en una situación poco competitiva en relación a las extra comunitarias», dijo Antich.

El presidente recordó que las compañías aéreas han reclamado ayudas a la UE para resarcir las pérdidas que ha ocasionado la nube de ceniza del volcán Eyjafjalla: «Seguro que no esperaban como respuesta un impuesto que frene su actividad».