Martí Ochogavía, con sus nietas Maria Fàtima, Montse, Àngela, Paula y Jùlia. | Lydia E. Larrey

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Tras más de cuatro décadas trabajando en la base militar del Port de Pollença, a Martí Ochogavía Mayol le ha llegado el esperado momento de la jubilación. Un momento que no quiso que pasara desapercibido, por lo que lo festejó el pasado fin de semana con una gran fiesta en el Club Pollença a la que asistieron más de 200 invitados que consiguieron que la sala de actos se quedara pequeña.

Muy conocido en Pollença, localidad en la que ha sido concejal durante 16 años, Ochogavía ha querido dar la bienvenida a esta nueva etapa de su vida rodeado de familiares, amigos, compañeros de trabajo y del consistorio en uno de los lugares con más solera y tradición de Pollença, donde compartieron una distendida cena tras la que no faltaron los discursos sobre su vida laboral pasada y sus nuevos quehaceres, y cuyo broche de oro fue un guateque con música y baile que se prolongó hasta altas horas de la madrugada.