TW
5

El desconcierto y la perplejidad se ha apoderado de los ayuntamientos de Mallorca ante la imposición del Gobierno central de recortar gastos a nivel municipal, una medida que se suma a la bajada de sueldo a los funcionarios y a la reducción, todavía más, de la aportación estatal a las administraciones locales.
La poca concreción mostrada por el presidente del Gobierno español en el anuncio de dichas medidas, a la espera de ser aprobadas en el próximo Consejo de Ministros, alimenta la prudencia entre los alcaldes a la hora de pronunciarse en relación a la propuesta lanzada por Zapatero, aunque la pregunta que se hacen es ¿de dónde recortamos más?.
El presidente de la Federació d'Entitats Locals de les Illes Balears (Felib) y alcalde de Puigpunyent, el socialista Joan Ferrà, apunta que «todavía no conocemos los detalles del plan anunciado por el Gobierno, pero trabajamos en ello conjuntamente con el Govern y el Consell de Mallorca».
Aún así, a los ayuntamientos les resultará difícil apretarse todavía más el cinturón. De hecho, Ferrà explica que «en los presupuestos de 2010, todos los ayuntamientos ya aplicamos medidas para reducir el déficit y el gasto corriente, aunque siempre se puede dar algún paso más». «La situación es difícil y tendremos que estudiar, cuando sepamos la dimensión de las medidas, en que más podemos recortar», añade el presidente de la Felib.
Las administraciones locales llevan ya varios años con dificultades económicas, ante lo cual los diferentes alcaldes consultados por este periódico consideran que, a parte de la bajada de sueldo a los funcionarios, básicamente tan solo se podrá incidir en el ahorro en gasto corriente. Una vuelta de tuerca de más a la precariedad financiera de los ayuntamientos que ven en el exceso de gastos corrientes y la deuda por inversión su principal losa, y más si se les recorta aún más las aportaciones de cooperación.