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A punto de cumplirse seis años del grave atropello que tuvo lugar en la popular carrera de carretons Davallada als inferns organizada por el Consell de Mallorca y el Ajuntament de Sa Pobla en Crestatx, la principal víctima del accidente, Antoni Ferragut, aún no ha recibido ningún tipo de indemnización y ha tenido que costear los gastos de una operación de ligamentos y de la posterior rehabilitación.
Ayer estaba prevista la apertura del juicio en Inca para determinar la responsabilidad de las administraciones y de los participantes de la carrera en este asunto pero el juicio se aplazó en el último momento al no comparecer ningún representante del Consell de Mallorca.
El de Antoni Ferragut no fue un caso aislado. La Davallada als inferns se celebró por primera vez en Mallorca en el año 2003. Se trataba de uno de los programas estrella con los que el Consell Insular trataba de fomentar la participación de los jóvenes, una competición de vehículos de construcción propia no motorizados de la que se celebraban pruebas eliminatorias en más de veinte municipios de las Islas. En su segundo año de funcionamiento la Davallada fue ganando popularidad y público, tanto que comenzaron a sucederse los accidentes y atropellos.
Accidentes
Solo un día después del atropello en Crestatx, una mujer perdía las dos piernas en un accidente de similares características en Búger. Distintos ayuntamientos se opusieron a la celebración de nuevas carreras y finalmente la popular Davallada als inferns se eliminó del programa insular de Juventut que apostó por otras iniciativas con menor riesgo como el Mallorca Prix.