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Sólo uno de cada diez niños que son víctimas de abusos sexuales lo dicen en el momento en el que ocurren. A esto hay que añadir, que de estos sólo el 10 por ciento lo denuncian, es decir, de cien niños, sólo diez lo cuentan y puede que uno llegue a juicio. Aunque en Balears no hay datos concretos sobre abusos a menores, a nivel nacional se sabe que 1 de cada 4 niñas y 1 de cada 6 niños podrían ser víctimas de abusos sexuales antes de cumplir los 18 años. Ante estos escalofriantes datos, la función de RANA (Red de Ayuda a Niños abusado) es fundamentan para la sociedad, ya que se encarga prevenir el maltrato y el abuso sexual infantil, a través de actividades de sensibilización, educación y trabajo en red.
Denuncias
La coordinadora y psicóloga de RANA, Beatriz Benavente, explica que los abusos a menores no se denuncian porque son un tema tabú. «Educar acerca de la sexualidad y verla dentro de la normalidad» son fundamentales para que los abusos sexuales a menores dejen de ser un tema tabú. Además, Benavente añade que abuso no es sólo penetración, sino que también son abusos los tocamientos, enseñarles pornografía o hacerles fotos desnudos o con connotaciones sexuales. En este sentido, la presidenta de RANA, Elizabeth Homberg, puntualiza que las prácticas de abuso sexual «no siempre vienen con violencia, sino que en muchos casos creen que es un juego».
Los síntomas de los menores que padecen abusos sexuales suelen estar marcados por el comportamiento. Por ello, es fundamental observar a los más pequeños, ya que si se detectan algún cambio repentino, depresión, agresividad, aislamiento o conductas regresivas -como hacerse pis en la cama- pueden ser síntomas de que el menor está sufriendo abusos sexuales. Otro indicador muy concreto, son los dibujos de índole sexual, el lenguaje o los juegos con posturas sexuales. Benavente y Homberg destacan que cuando se detecten estos síntomas hay que observarlos y denunciar.
La psicóloga de RANA señala que ha aumentado la detección de los abusos a menores, porque «aunque sigue siendo un tema tabú, se habla un poco más del tema». No obstante, puntualiza que ha cambiado el modo en el que se producen los abusos, ya que ahora internet facilita el acceso a los pederastas.
Benavente sostiene que no hay un perfil del abusador, pero sí tienen en común que son muy amables. Además, un abusador no tiene sólo una víctima, ni lo hace sólo una vez.