Doña Letizia, Felipe VI y doña Sofía, a su llegada al Palau de l’Almudaina. | Eugenia Planas

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Apenas tres días después del comienzo oficial de las vacaciones reales en el Palacio de Marivent, los Reyes ofrecieron la recepción a lo más representativo de la sociedad de las Islas en el Palau de l’Almudaina, repitiendo el formato del verano pasado, un ‘finger food’, servido esta vez por el chef con estrella Michelín Andreu Genestra, que aportó cocina mallorquina tradicional renovada con influencias modernas.

Los Reyes quisieron, una vez más, mostrar su apoyo a los productores del sector agroalimentario balear y a los divulgadores de la gastronomía de estas islas. Antes de entrar al palacio para dar la bienvenida a sus invitados, Felipe VI, la reina Letizia y doña Sofía se acercaron a las cerca de quinientas personas que les aplaudían ante la Seu, colocadas tras las vallas de seguridad, y estrecharon muchas manos. Doña Letizia lucía un conjunto de blusa y pantalón negros y doña Sofía, un blusón y pantalón de corte ancho en beige con grandes flores estampadas. Los alrededor de 400 invitados al cóctel superaron en un 35 por ciento el número de los convocados el pasado verano, en una muestra de la progresiva apertura hacia la sociedad balear que los Reyes desean consolidar y que ya hicieron visible hace un año, cuando sustituyeron por esta recepción la cena anual que ofrecían don Juan Carlos y doña Sofía a las autoridades de Balears.

Tras la llegada a l’Almudaina, a las nueve de la noche, de los Reyes y doña Sofía, comenzó el saludo de los invitados, autoridades civiles y militares, representantes de los diferentes sectores económicos y sociales, de la cultura y el arte, de los medios de comunicación, de organizaciones no gubernamentales, y de diferentes colectivos. Después de los saludos, se ofreció el ‘finger food’ en los salones de l’Almudaina.