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La Audiencia Provincial juzgó ayer a un hombre por apuñalar a dos jóvenes tras una pelea en el Port d'Alcudia en diciembre de 2008. Las dos víctimas y otros tres de sus compañeros, también se sientan en el banquillo por agredir al principal acusado, al que, según la Fiscalía, habían confundido con un portero de discoteca. Dos de los procesados por esta pelea, entre ellos, el que resultó herido de mayor gravedad, están también acusados por otra en la que perdió la vida Gabriel Marquet, también en el Port d'Alcúdia hace ahora exactamente un año.
La Fiscalía pide en este caso una condena de 14 años para el principal acusado, de nacionalidad venezolana, por un delito de tentativa de homicidio y por otro de lesiones. Los otros cinco procesados están acusados de una falta de lesiones penada con multa.
En el caso existen dos versiones contrapuestas de lo ocurrido en la madrugada del 15 de diciembre de 2008. El grupo de cinco jóvenes afirma que fueron atacados sin motivo por el otro, que portaba un objeto punzante y éste, a su vez, dice que fue él el agredido y que se limitó a defenderse. La acusación pública sostiene que se inició una discusión ya que los cinco jóvenes -tres chicos y dos chicos, de 20 a 24 años de edad- le confundieron con un portero de la discoteca 'Menta' que les había expulsado del local esa misma noche. En la refriega, los tres jóvenes acusados tiraron al suelo al otro acusado y allí le agredieron, mientras a pocos metros, las otras dos encausadas, golpeaban a la mujer del principal acusado.
Punzón
De acuerdo con la versión del escrito de acusación de la Fiscalía, cuando el venezolano estaba en el suelo, sacó un punzón que llevaba en el bolsillo de la chaqueta. Cuando sus agresores vieron el arma blanca, huyeron; sin embargo, éste les persiguió y primero clavó a uno el punzón en la espalda y, a continuación se encaró con otro, al que dio dos puñaladas en el tórax. Este último resultó herido grave ya que una de las perforaciones le alcanzó en los pulmones. La refriega estuvo a punto de reproducirse en el centro médico al que habían acudido los contendientes por separado. Allí volvieron a mantener una discusión, pero la intervención de un vigilante de seguridad evitó que la discusión fuera a mayores.
El supuesto portero de discoteca da una versión muy diferente de los hechos. Contó que iba a la discoteca Magic cuando pasó por primera vez delante del coche en el que estaban los cinco jóvenes: «Empezaron a insultarme sin razón alguna, me decían cosas de forma desafiante, pero seguí mi camino con mi mujer», afirmó. Llegaron a la discoteca, pero estaba cerrada, así que tuvieron que utilizar el mismo camino para regresar a su coche.
Gato
El acusado afirma que notó que dos de los jóvenes se le acercaban por la espalda de forma sigilosa. Cuando se volvió para ver qué ocurría, recibió un golpe con un objeto contundente en la cara, que según señala puede ser un gato neumático. «Me caí al suelo por el golpe y, sin darme tiempo a reaccionar me estaban atacando. Me sentía acorralado y, mientras estaba en el suelo escuché a mi mujer gritando y pidiéndome ayuda porque la estaban golpeando. Así que cogí el punzón y desde el suelo levanté la mano varias veces para que me dejaran en paz y creo que lesioné a alguien», señaló el acusado.
Los cinco jóvenes que estaban en el coche cuentan que fue el otro quien empezó e insisten en que se trata del portero de la discoteca que les había echado un rato antes. «Pasó mirándonos con cara de pocos amigos, de asesino. Al poco tiempo volvió pasar y se me encaró. Me dijo que me iba a matar, así que salí corriendo», señaló uno de ellos, que presentaba una herida en la espalda, según su versión porque le había perseguido y le atacó por detrás. Otros dos de los jóvenes, salieron detrás del agresor para evitar que alcanzase a su amigo. El venezolano, según su versión, se volvió, arremetió contra ellos y propinó las dos puñaladas en el pecho a uno de ellos.
Los acusados se reclaman entre ellos indemnizaciones por los daños causados.