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La iglesia de la Anunciació, ubicada junto al Hospital General, acogió ayer por la mañana una de las ceremonias más emotivas de la Semana Santa, el Davallament del Sant Crist de la Sang, que tuvo lugar tras la misa y el Via Crucis.
Casi un millar de personas acudieron a la iglesia para participar en la ceremonia, y muchas de ellas hicieron cola para poder entrar en el templo.
El Via Crucis se inició pasadas las diez de la mañana y se prolongó hasta poco después de las once, cundo los prohoms -encargados de custodiar la santa imagen- y los sobreposats -portadores del Crist- procedieron a bajar la imagen del Sant Crist del camarín, ceremonia que se remonta a varios siglos atrás, cuando los prohoms y los sobreposats trabajaban en el Hospital General, donde cuidaban a los enfermos y, a la vez, se ocupaban de la custodia y el mantenimiento del Crist.
La imagen fue colocada en el primer escalón del presbiterio, frente al altar mayor, tras haber recorrido antes el templo por su passillo central. A continuación el cristo fue venerado por las personas que habían acudido a la iglesia.