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La calle Joan Miró de Palma se convirtió en la madrugada de ayer en una de las zonas con mayor número de policías por metro cuadrado de la ciudad. Decenas de agentes, tanto del Cuerpo Nacional de Policía (CNP), como de la Policía Local de Palma, participaron en dos controles preventivos en sendas discotecas.
La operación fue organizada por el CNP, pero los agentes de este cuerpo solicitaron la colaboración de la Policía Local. Por tanto, la gran redada que se efectuó acabó siendo conjunta y participaron unos 40 agentes en total.
En primer lugar los policías se dirigieron a la discoteca Tropicana, que se encuentra poco antes de llegar a s'Aigo Dolça. Los policías entraron en el establecimiento, a las dos de la madrugada, y empezaron a solicitar documentación a los responsables del local, así como a decenas de personas que se encontraban en el interior. Junto a esta discoteca se han registrado diversos incidentes en los últimos meses, en los cuales se han visto implicados miembros de bandas latinas. Los agentes estuvieron efectuando registros e identificaciones durante cerca de dos horas en este lugar al considerar que es uno de los 'puntos calientes' de Joan Miró.
A las cinco de la madrugada el dispositivo se dirigió hasta la discoteca Black Cat, que está ubicada poco después de la Plaça Gomila. Al igual que antes, los agentes realizaron numerosas identificaciones y cacheos preventivos. Los policías intervinieron pequeñas cantidades de droga entre las personas que se encontraban en el establecimiento e incoaron los correspondientes expedientes sancionadores. Al cabo de poco más de una hora el operativo se dio por concluido.