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El Juzgado de lo Penal número 4 de Palma ha condenado al constructor, al arquitecto superior, a dos arquitectos técnicos y al capataz de una obra del Port de Pollença donde se produjo un grave accidente laboral a finales de marzo de 2005. Un joven trabajador, de nacionalidad rumana, cayó por el hueco del ascensor desde unos 12 metros de altura y quedó tetrapléjico. Casi cinco años después del siniestro se celebró el juicio y acaba de salir la sentencia, que puede ser recurrida. En ella, el juez condena a penas de prisión a los responsables de la obra, excepto a los dos promotores, que han sido absueltos.
El juez condena a un año y nueve meses de prisión al constructor; a dos años y seis meses de prisión a cada uno de los dos arquitectos técnicos que elaboraron el estudio de seguridad, así como al capataz de la obra, y a dos años y un día de prisión al arquitecto superior. Estos cinco condenados deben indemnizar a la víctima con 1.200.000 euros y a su familia con cantidades que oscilan entre los 12.000 y 112.000 euros.
El accidente se produjo a finales de marzo de 2005. El trabajador, Beniamin Prelipcean, rumano que por entonces tenía 20 años, realizaba trabajos en la cuarta planta, tales como limpiar los escombros, y cayó por el hueco del ascensor, desde una altura aproximada de unos 12 a 15 metros. A causa del accidente quedó tetrapléjico.
El obrero no tenía contrato, aunque trabajaba como peón de albañil para el constructor desde hacía unos ocho meses, y se intentó ocultar que trabajaba en la obra indicando que había ido a visitar a su padre.
En el edificio en construcción había arneses a disposición de los trabajadores, pero no se impartieron cursos sobre su utilización, por lo que los trabajadores no los llevaban. En el hueco del ascensor tampoco había redes de protección.
El obrero estuvo más de 300 días ingresado y desde entonces se tendrá que desplazar en silla de ruedas durante toda su vida.