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Beatriz Portillo,  esposa del coronel jefe de la Guardia Civil, Basilio Sánchez Rufo, fue agasajada por treinta féminas con motivo de su marcha, una vez finalizado el periplo profesional de su marido en Mallorca. En los seis años que el matrimonio ha vivido en Mallorca son muchas las amistades que han entablado por su destacado carácter animoso y condescendiente. Beatriz ha mostrado su buen talante hasta en los momentos más difíciles de la andadura profesional de su esposo, y ha seducido con sus ojos verdes, su sonrisa y sus siempre amables palabras a las que hoy se consideran sus amigas. Además, ha ejercido de profesora de sevillanas de la mayoría de ellas y les ha hecho pasar momentos inolvidables. Por todo ello, se reunieron para departir y hacerle un bonito obsequio.