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La comisión de gobierno del Ajuntament de Pollença dio luz verde el pasado 16 de febrero a la apertura del expediente de caducidad de la licencia que en agosto de 2005 concedió al empresario Alfonso Cortina para la construcción de un chalet en la emblemática urbanización de Formentor.
La ocupación irregular de la vivienda el pasado mes de agosto ha sido el detonante de esta medida, que podría derivar en el derribo de la edificación, que ha sido fuertemente criticada por el impacto paisajístico que supone.
De hecho, en el caso de que se decrete la caducidad el promotor deberá volver a solicitar licencia adaptándose a la normativa actualmente vigente, mucho más restrictiva que la que estaba en vigor en 2005. La mansión tiene un volumen de 2.859 metros cúbicos y ocupa una parcela de 4.600 metros cuadrados, según el estudio topográfico. La normativa actual limita el volumen máximo de construcción por parcela a 2.100 metros cuadrados y suprime además la posibilidad de disponer de una vivienda auxiliar para el servicio.
El expediente de caducidad se basa en la ocupación irregular del chalet en agosto de 2009 incumpliendo una prohibición expresa del Ajuntament que puso como condición para dar la licencia que la casa no fuera ocupada hasta disponer de final de obras y hasta haber concluido el proyecto de dotación de servicios de la urbanización. Tampoco ha sido capaz el promotor de subsanar varias deficiencias detectadas, entre otras, demostrar que la mansión tiene dos plantas y no tres como denuncian los vecinos.