Tomás Graves, Teresa Palmer, Giles Paxman, Paul Abrey, Olga Lallesdert y Tummy Bestard. | Eugenia Planas

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El restaurante Náutic acogió a más de un centenar de personas que acudieron al coctail de despedida de quien durante siete años ha trabajado como agente consular británico en Balears.

Paul Abrey y su esposa, Mar Guerrero, estuvieron arropados por miembros del cuerpo consular, autoridades militares y civiles como la delegada del Gobierno, Teresa Palmer, y muchos amigos, entre ellos el presidente del Grup Serra, Pere A. Serra.

A la despedida oficial de Paul Abrey acudió el embajador británico en Madrid, Giles Paxman, que le dedicó un hermoso parlamento en el que ensalzaba la energía, dinamismo y prudencia en las operaciones consulares que ha dirigido.

Paul Abrey destacó la importancia del tiempo transcurrido en la isla, «siete años es el tiempo que necesita una célula para renovarse», y aseguró haber disfrutado sirviendo a sus compatriotas y estrechando nuevos lazos de amistad que quiere mantener desde la distancia. Al final de su parlamento, el cónsul se emocionó. Canadá espera a Paul y Mar para dar forma a un nuevo reto profesional