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Un mes y medio después del devastador terremoto en Haití, las noticias acerca del país caribeño han desaparecido en los medios de comunicación o bien han quedado relegadas a un último plano. No obstante, las tareas de ayuda y reconstrucción del país continúan.
Dos bomberos mallorquines han formado parte de sendos contingentes de Bomberos Sin Fronteras que se han desplazado a Haití para prestar ayuda. En primer lugar viajó el bombero de Palma Joan Rosselló, quien estuvo trabajando activamente en diversas zonas destruidas. Rosselló recibió el relevo del bombero del Consell de Mallorca Bernat Franco, el cual llegó en el segundo contingente, y acaba de regresar a Mallorca.
Ayer, todavía con síntomas de jet lag, explicó: «En Puerto Príncipe aún existe un poco de caos; entre el caos circulatorio, las calles cerradas porque hay edificios que las invaden, humo de los vehículos, polvo de edificios derruidos y el olor de las personas que siguen entre las estructuras de los edificios, la situación es un poco incómoda». Bernat destaca que la ayuda sigue llegando al país, pero la burocracia es muy lenta para comprobar si ha llegado el material y revisarlo. Entre este material había 100 tiendas de campaña donadas por el Fons Mallorquí de Solidaritat. «Las entregamos y ayudamos a montar en Gros Jean, una zona montañosa de grandes pendientes a unos 20 kilómetros de Puerto Príncipe, donde era complicado llegar», afirma. «Había una lista de familias necesitadas y las íbamos entregando. Se las enseñamos a montar y dejamos 20 para ver si se implicaban, porque vimos que había cierto pasotismo, especialmente de los hombres, porque estaban muy tranquilos mientras las mujeres eran las que ayudaban. También nos dijeron que las podían robar o vender, y por eso dejamos 20, pero al día siguiente estaban montadas casi todas y dejamos las otras 80 tiendas, que eran muy necesarias», concreta Bernat.