El popular Rafael Durán anunció que dimitirá como regidor en Cort. Antes del pleno fue a saludar a Cristina Cerdó y a Miquel Nadal. | Pere Bota

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El equipo de gobierno de Aina Calvo sufrió ayer directamente lo que significa gobernar en inferioridad, tras la ruptura del pacto con UM. Así, los populares aprobaron todas sus propuestas, menos la de la adquisición de un bien inmueble, con el apoyo o la abstención de UM. Por el contrario, el equipo de gobierno sólo pudo sacar adelante tres de trámite, pero tuvo que dejar sobre la mesa la aprobación de la Ordenanza municipal de Consumo y la aprobación de la entidad pública empresarial para Vivienda y para el Suelo.

El pleno comenzó con la comparecencia, a petición del PP, de la alcaldesa Aina Calvo, que pasó de puntillas por los motivos por los que expulsó a UM del equipo de gobierno y se centró en justificar su permanencia en la Alcaldía. «Somos un gobierno en minoría, un gobierno vulnerable. Ser vulnerable no significa ser débil. Tampoco significa ser irresponsable», aseguró Calvo. Además, aprovechó para denunciar que «hemos tenido que gestionar algunas de las consecuencias de una mayoría absoluta llena de irresponsabilidades, o peor aún, llena de hechos vergonzosos e imperdonables de los que nadie ahora quiere ser responsable».

Críticas
La intervención de Calvo no respondió a los interrogantes de UM y PP. «Aún estoy a la espera de que me explique qué le hemos hecho los de UM para no formar parte de este equipo de gobierno», recriminó la presidenta de UM Palma, Cristina Cerdó. Además, le recordó a la alcaldesa que «todo el mundo es inocente hasta que se demuestre lo contrario» y le pidió a ella y al PSOE que dejen de condenar. La presidenta de UM Palma le reprochó a Calvo que los ciudadanos no la eligieron a ella como alcaldesa. «Representan un gobierno municipal de okupas y la corrupción de la democracia. Si fuese honesta dimitiría». Además, adelantó que UM «está en disposición de conseguir acuerdos con las diferentes fuerzas políticas. UM no permitirá ver que esta ciudad se queda paralizada».
El portavoz del PP en Cort, Julio Martínez, también fue muy crítico con Calvo. «Ya no le digo alcaldesa, porque es una okupa; para mí ha dejado de ser alcaldesa», argumentó. Además, le reprochó que «el 5 de febrero decidió ser una alcaldesa okupa, sin legitimidad democrática; hizo un semi golpe de Estado. Decidió que es tan maravillosa que no le hace falta tener el apoyo del pueblo».
'Pegamento Calvo y medio'
El portavoz de los populares reiteró que los ciudadanos no eligieron a Calvo como alcaldesa y la instó a presentar una cuestión de confianza. «UM y silla de Alcaldía van juntos», aseveró Martínez, que además le reprochó que «el pegamento Calvo y medio no le permite pensar en los ciudadanos».
Por el contrario, el teniente de alcaldesa de Benestar Social, Eberhard Grosske, justificó la expulsión de UM de las instituciones porque «nunca en una Comunidad se ha robado tanto dinero como en Balears: 200 millones de euros» y comparó a las Islas con Marbella. Además, aseguró que mientras no se presente una moción de censura, que «es legal y legítima, tenemos que seguir gobernando».

La socialista Aina Calvo cerró la comparecencia argumentando que «las circunstancias que vivimos en esta tierra requieren actuaciones de excepción y esta lo es». La alcaldesa quiso dejar claro que no tiene interés en mantenerse en la silla y aseguró que se siente legitimada moral y democráticamente. Finalmente, instó al PP a presentar una moción de censura si pretende gobernar, «mientras tanto seguiremos trabajando por el compromiso que tenemos de la mejora del interés general de los ciudadanos».

El pleno contó con una gran afluencia de público, que aplaudió a los diferentes portavoces políticos y a la alcaldesa durante sus intervenciones. De hecho, Calvo tuvo que llamar al orden en varias ocasiones, e incluso amenazó con desalojar la sala, por las interrupciones de algunos ciudadanos.