Raimundo Terriente, Carmen Torres, Mari Trini García, Damià Bosch, María Elena Terriente, Miquel Arrom, Marina Pujol y Fabiola Terriente. | Jaume Morey

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La sede del Colegio de Abogados de Balears fue escenario la semana pasada del acto de jura de los nuevos colegiados, una ceremonia que contó con la presencia de numerosos familiares y amigos de los cuarenta nuevos jóvenes abogados.

A ellos dirigió unas breves palabras el presidente de la Agrupació de Joves Advocats de Balears, Miquel Cerdà, para darles la bienvenida. El acto estuvo amenizado por un concierto de violín en el que los músicos intepretaron dos piezas, y a continuación tuvo lugar la jura de los nuevos colegiados.

El decano del Colegio de Abogados, Martín Alenyar, deseó a los jóvenes que lleguen a sentir el colegio «como vuestra propia casa», y aseguró, en un salón de actos abarrotado de público, que la abogacía es una profesión apasionante, pero difícil que, además, dijo, «se enfrenta, hoy más que nunca, a retos de especial envergadura».

Sin embargo, afirmó, «os puedo asegurar que en esta travesía no estaréis solos, porque el Colegio os acoge con el ánimo de ofreceros todo el apoyo que necesitéis y con la voluntad de poner a vuestro alcance los medios que permitan allanar el camino».