Fotografía de grupo de los presidentes y primeros ministros que lideraron la negociación, en la que destaca la ausencia de Zapatero. | Reuters - YVES HERMAN

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Los países de la zona euro se comprometieron ayer a ayudar a Grecia a hacer frente a su crisis y a acudir a su rescate si es necesario para evitar el contagio a otros países de la eurozona atacados por los mercados, como España y Portugal, pero no concretaron qué medidas adoptarán si se agrava la inestabilidad de la eurozona ni la ayuda financiera que prestará cada país a Atenas.
«Los Estados miembros de la eurozona adoptarán medidas contundentes y coordinadas si es necesario para salvaguardar la estabilidad financiera en la eurozona en su conjunto», reza la declaración conjunta aprobada por unanimidad por los jefes de Estado y de Gobierno de los 27. De momento, «el Gobierno griego no ha pedido ningún apoyo financiero», destaca la declaración.
«La cuestión de las contribuciones no se planteó porque el Gobierno griego no ha pedido ningún apoyo financiero. Ello significa que el Gobierno griego cree que no necesita este apoyo financiero», explicó el presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso.
«Hay que resolver los problemas cuando se plantean. Y este problema no se plantea ahora», respondió por su parte Van Rompuy. El acuerdo, prosiguió el presidente de la UE, constituye un «mensaje político» con una doble vertiente: exigencia de «responsabilidad» a Atenas para que sanee sus finanzas públicas y compromiso de «solidaridad si es necesario».
El acuerdo para se alcanzó en una reunión entre el primer ministro griego, George Papandreu: el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y la canciller alemana, Angela Merkel. En el encuentro participaron también Van Rompuy, Barroso y el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet.