El jefe del Estado Mayor de Baleares, José Luis Codina, le entregó el obsequio de la Comandancia. | Eugenia Planas

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Alrededor de una de las piscinas de Es Fortí y con una cálida y tenue luz, los amigos civiles y militares del comandante general de Baleares, Mariano Estaún, y de su esposa, Conchita Ascaso, se reunieron para celebrar una cena de despedida a este matrimonio cuyo paso por la Isla ha dejado huella entre los mallorquines y el centenar de personas que acudieron a rendirles homenaje. La cónsul de EEUU, Amy Cristhensen, le entregó una placa agradeciendo su solidaridad y buen hacer; algunos compañeros le entregaron un molí fariner como recuerdo de su paso por Mallorca y todos, sin excepción, les entregaron su amistad y cariño.