Imagen del espectacular catamarán del equipo BMW-Oracle durante un entrenamiento en aguas de Valencia antes de entrar hoy en competición. | PASCAL LAUENER

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El defensor de la Copa del América, el Alinghi suizo, y su desafiante, el BMW-Oracle, pondrán en liza, en la 33 edición de la regata, toda la experiencia de sus tripulaciones y el mayor desarrollo tecnológico jamás visto para conquistar la Jarra de las Cien Guineas con el mar y el viento como únicos jueces.
Después de más de dos años y medio de lidiar en los tribunales neoyorquinos y de que los abogados robaran el protagonismo a regatistas, barcos y la propia competición, la Copa del América vuelve por fin al agua, donde ambos contendientes se medirán en un match bajo las normas del Deed of Gift al mejor de tres regatas.
Valencia, que ya acogió la 32 edición con éxito, repite ahora después de un periodo de incertidumbre en la que la ciudad española pasó de ser la sede de la 33 Copa América, a verse desbancada por Ras Al Jaima (Emiratos Arabes), creer que se iría a Australia y finalmente, verla regresar a sus aguas, por mandato judicial.
Las fechas elegidas para las regatas de esta singular edición son el lunes día 8, el miércoles 10 y si fuera necesario, el viernes 12, aunque debido a las incierta climatología que reina en Valencia en esta época del año, la organización se ha marcado como días de reserva entre el 14 y el 25 de febrero.
El formato para un duelo Deed of Gift contempla una primera regata de un recorrido barlovento/sotavento de 20 millas náuticas por tramo (unos 37 kilómetros) y una segunda con forma de triángulo equilátero de un total de 39 millas (70 kilómetros), 13 por tramo. En caso de empate, se celebraría una tercera regata como la primera.
Con un área de regatas de 450 millas -siete veces más grande que en la anterior edición-, las regatas tienen previsto su inicio a las 10.00 y debido a las vertiginosas velocidades que alcanzan ambas embarcaciones, está prevista una duración que no supere los 90 minutos.
Suizos y estadounidenses no sólo van a protagonizar un enfrentamiento deportivo sino que pondrán en liza dos de las mayores creaciones tecnológicas del mundo, unos multicascos de 90 pies de eslora (27 metros) por 90 de manga, con una altura de 60 metros y que incorporan los mayores avances en ingeniería para ganar un pulso con tintes de venganza.

Objetivo


El objetivo de su duelo será conquistar la Jarra de las Cien Guineas. El Alinghi lo haría por tercera edición consecutiva, tras sus triunfos en Auckland (Nueva Zelanda) en 2003 como desafiante y Valencia en 2007 como defensor, mientras que el BMW-Oracle tratará de devolver el trofeo a las vitrinas de un club estadounidense por primera vez en quince años.
El hecho de que jamás dos embarcaciones de este tipo hayan navegado en competición y sus grandes dimensiones y diseños extremos hacen que la seguridad sea un factor clave del enfrentamiento y para ellos se cuenta con un amplio dispositivo el agua con miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado.
El Comité de Regatas tendrá la potestad de determinar, en función del rango de viento -dicen que los más flojos benefician a Alinghi y los fuertes a BMW-Oracle-, si se puede competir y habrá una gran distancia de seguridad entre los multicascos y el resto, por lo que será difícil seguir la regata en directo.
Por todo ello, se ha establecido también un amplio dispositivo para la transmisión televisiva en directo y, por primera vez, será posible seguir la regata por internet en tiempo real.
El Alinghi, en la dársena, y el BMW-Oracle, en el puerto comercial, escenifican con la distancia que hay entre sus bases, las diferencias que los separan pero a partir de mañana el agua será juez de sus destinos con Ernesto Bertarelli a la caña del barco suizo y James Spithil en la del estadounidense. Los tribunales están aparcados, por el momento, pero no olvidados. A partir de hoy el juez será el mar de Valencia.