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OTR/PRESS-MADRID
Las fuerzas de seguridad israelíes detuvieron en la madrugada de ayer a dos activistas, una periodista española y una estudiante australiana, al permanecer en territorio cisjordano una vez que caducaron sus visados. La joven española es Ariadna Jové Martí y fue trasladada a la prisión militar de Ofer, donde fue entregada a la unidad policial migratoria de Israel.
Tras conocer la noticia, el Gobierno ha solicitado a Israel que precise las circunstancias que rodearon la detención de Jové, con la que se pusieron en contacto los representantes de la diplomacia española.
Estudiante australiana
Una decena de militares israelíes irrumpieron en un apartamento de Ramala, en Cisjordania, y arrestaron a las dos activistas, la periodista catalana Ariadna Joveé Martí y la estudiante australiana de la Universidad de Beir Zeit Bridgette Chappell, por permenecer en los territorios tras caducar sus visados.
Una vez en su interior solicitaron a los presentes los pasaportes, comprobando que Jové y Chappell lo tenían caducado. Así, procedieron a su arresto y se llevaron cámaras, un ordenador, pancartas pro palestinas y formularios de inscripción del Movimiento Internacional de Solidaridad, al que ambas pertenecían, según explicó el estadounidense Ryan Olander, testigo presencial de los hechos. Desde allí, las dos detenidas fueron conducidas hasta la prisión militar de Ofer, donde fueron entregadas a la unidad policial migratoria israelí Oz.
Un portavoz militar informó de que la activista española y su compañera se encontraban en territorio palestino de manera ilegal y habían participado en protestas no aprobadas por las autoridades israelíes contra el muro de separación en Cisjordania. Ambas mujeres también «han estado involucradas en disturbios ilegales que interferían con las operaciones de seguridad de Israel» y ratificó que fueron arrestadas por «permanecer de manera ilegal» en Cisjordania.
El Movimiento Internacional de Solidaridad (ISM) denuncia en un comunicado que difunde a través de su página web que esta operación supone una violación de los Acuerdos de Oslo, por los que las fuerzas de seguridad israelíes no pueden entrar en determinadas zonas palestinas, la Zona A, en la que está incluida Ramala, a menos que haya un caso urgente de riesgo para la seguridad. Del mismo modo, tampoco se permite la «persecución en caliente» a menos que se trate de un caso de seguridad, algo que no tiene nada que ver con la caducidad de los visados.