Ambiente en las casetas de la Feria de Abril. | S. Amengual

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Con el encendido de luces y corte de la cinta por parte de la alcaldesa de Palma y el president Antich, actos que tuvieron lugar anoche, a las nueve, quedó inaugurada la Feria de Abril de Palma.

Sin duda será una feria copada por los políticos -ayer los había de todo color, aunque la mayoría eran del PSOE, PP y EU-, sobre todo en las noches de fin de semana. Y hay formaciones, como la socialista, que tienen hasta caseta, y otra, como la de UPyD, que la comparte.

Es también la Feria en la que se han dado cita numerosos negocios de ocio del Paseo Marítimo y que, por primera vez, por la ley antitabaco, se tendrá que fumar o en el patio de la caseta, o en la calle. Por lo demás, nos decía ayer el presidente de la Casa de Andalucía, todo está controlado. Cada caseta tiene su seguridad, además de ocho vigilantes y un inspector que tiene la feria, a lo que sumamos las dotaciones de Policía Nacional y Local.

En lo que respecta al sonido, los responsables de las casetas han firmado un documento por el que se comprometen a no sobrepasar los 95 decibelios, de lo contrario «al día siguiente no se les permitirá que abran», señala José Martínez, presidente de la citada Casa de Andalucía. Y si es el botellón, todo el mundo sabe que está terminantemente prohibido.

En cuanto al párking, habiéndose abierto la zona próxima a la Conselleria de Medi Ambient, se podrá aparcar en ella.
Y como novedad está la caseta Séptimo Cielo, de Manacor, Felanitx y Artà en la que se baila ball de bot, jotas, boleros y sevillanas. Que todo sea por la integración. ¡Ah!, y también es novedad la boutique de trajes de flamenca.