Imagen de la visita del Dalai Lama a Estados Unidos.

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Las relaciones entre Washington y Pekín atraviesan momentos de fuertes tensiones tras la intención del presidente de EEUU, Barack Obama, de reunirse con el Dalai Lama y vender armas a Taiwán. Obama, mantiene sus planes de reunirse con el Dalai Lama, según indicó ayer la Casa Blanca, a pesar de la advertencia de China de que tal encuentro afectaría a las relaciones entre la primera y la tercera potencia económica.

«El presidente dijo a los líderes de China durante su viaje del año pasado que se reuniría con el Dalai Lama y tiene intención de hacerlo», declaró el portavoz de la Casa Blanca, Bill Burton. El encuentro entre Obama y el líder tibetano «dañará seriamente las relaciones chino-estadounidenses» y si se lleva a cabo «será irracional y perjudicial», dijo horas antes Zhu Weiqun, subdirector del Departamento del Frente Unido del Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh).

Medidas necesarias

Zhu aseguró que de celebrarse la reunión China tomará «las medidas necesarias». Además, el subdirector del citado departamento indicó que Pekín «se opone al intento de cualquier fuerza extranjera a interferir en asuntos internos de China poniendo al Dalai Lama como excusa». En la reciente visita del Dalai a EEUU y en un gesto hacia China, Obama no se reunió con el también galardonado con el Nobel de la Paz (1989), siendo el primer presidente estadounidense que no concede ese privilegio al líder tibetano.

Sin embargo, el mandatario estadounidense envió una delegación gubernamental a Dharamsala (sede del gobierno tibetano en el exilio) y prometió un encuentro con el Dalai. El Gobierno chino considera al líder tibetano un separatista, mientras que éste busca una mayor autonomía para el Tíbet y un aumento del territorio comprendido en la región.

Por otro lado, la advertencia que China envió hoy a Washington se produce cuatro días después de que Pekín suspendiese sus intercambios militares con EEUU en respuesta a su plan de vender armas a Taiwán. Respecto a este asunto, el Gobierno chino confirmó ayer que sancionará a las empresas estadounidenses que participen en la venta de armas a la isla.

«China impondrá las sanciones pertinentes a aquellas compañías implicadas en la venta de armas a Taiwán», sentenció en rueda de prensa el portavoz de turno del Ministerio de Exteriores, Ma Zhaoxu. El Gobierno de EEUU informó el viernes al Congreso de su intención de vender armas a Taiwán por un valor de más de 6.000 millones de dólares, incluidos helicópteros Black Hawk y baterías de misiles Patriot.