Andrés Heredia es conducido a los juzgados de Palma.

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La juez del Juzgado de lo Penal número 1 de Palma condenó ayer a cuatro años y 11 meses de cárcel a Andrés Heredia Moreno, el individuo de 30 años que el pasado mes de abril atropelló mortalmente a un joven de 17 años con un coche robado en Palma.

La juez considera a Andrés culpable de tres delitos y le impone las siguientes penas: en primer lugar, nueve meses de multa a razón de seis euros diarios por un delito de robo de uso de vehículo a motor; en segundo orden, cuatro años y medio de prisión, 21 meses de multa a razón de seis euros diarios, y ocho años de privación del derecho a obtener el correspondiente permiso de conducir, por un delito de conducción temeraria en relación concursal con un delito de homicidio imprudente; en tercer lugar, cinco meses de prisión por un delito contra la seguridad del tráfico en su modalidad de conducción sin licencia.

Por su parte, Santiago Collado Rodríguez, el varón de 34 años que iba en el asiento del copiloto cuando se produjo el atropello, ha sido condenado por la juez a 90 días de trabajos en beneficio de la comunidad. Tanto Andrés como Santiago tenían antecedentes y habían sido condenados anteriormente por robos con fuerza.

Una carrera con final fatal

El atropello se produjo sobre las 16.00 horas del 4 de abril de 2009. Andrés Heredia y Santiago Collado forzaron la puerta de un Volkswagen Golf aparcado en la calle Ceres y le hicieron el puente. Andrés se puso al volante y Santiago se subió en el asiento del copiloto. Un ciudadano que presenció estos hechos avisó a una pareja de la Policía Local. Los agentes fueron al lugar e instaron a los dos delincuentes a que cesaran en su acción. Andrés dio marcha atrás y estuvo a punto de atropellar a un agente, e inició una veloz huida por la calle Aragón. Primero colisionó contra un Renault Megane que circulaba correctamente. El vehículo sufrió daños por valor de 3.250 euros.

Tras la colisión, el acusado Heredia reinició su huida marcha atrás a toda velocidad. Realizó un giró brusco a la altura de la confluencia de las calles Aragón con Eol y enfiló hacia Mare de Déu de Montserrat. Al entrar en esta calle perdió el control, se subió a la acera y arrolló al joven de 17 años Guillem Calvó Perelló.

Andrés, lejos de pararse, realizó una nueva maniobra de marcha atrás y huyó en dirección a la ciudad «sembrando el pánico entre los conductores y peatones que transitaban por el lugar», según explica la sentencia.
Luego entró en la calle Presbítero Rafael Barrera, donde perdió el control de nuevo, chocó contra dos coches aparcados y una furgoneta a los que también causó daños materiales importantes. Andrés y Santiago, que pretendían ir a Son Banya, se bajaron del coche robado y huyeron a pie.

Posteriormente fue localizado Santiago, y Andrés se entregó al día siguiente en la policía.
La muerte de Guillem Calvó causó una gran conmoción. El joven iba a recoger a su novia para celebrar su cumpleaños cuando el delincuente lo arrolló.

Respecto a la condena, el delito de conducción temeraria con homicidio imprudente es la infracción más gravemente penada. Andrés podría ser condenado como máximo a cinco años de prisión por este delito. En la sentencia la juez recoge que concurren la agravante de reincidencia y la atenuante de toxifrenia, por la adicción de Andrés a las sustancias estupefacientes.
Finalmente la juez le impone cuatro años y medio de prisión por el delito de conducción temeraria y homicidio imprudente, y cinco meses más de prisión por conducir sin tener carnet.