Algunos equipos participantes tomaron parte en la prueba. | P. Pellicer

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Este domingo el Passeig Marítim fue escenario de una manifestación deportiva solidaria con motivo de la celebración del II Ultra Maratón Benéfico contra la Fibrosis Quística. La prueba estuvo regulada por la Fundación Respiralia y la Asociación Balear de Fibrosis Quística, mientras que Elitechip se encargó de los cronometrajes y el control de las distancias recorridas por los participantes.
Cada equipo, de entre uno y dieciséis componentes, debía cubrir los 80 kilómetros máximos de la prueba, dando vueltas al circuito establecido de 5.000 metros. En este aspecto, la mayoría de los 400 participantes se apuntó a la distancia de una vuelta, la mínima exigida para contribuir a la causa. Hay que subrayar la heterogeneidad de la participación, pues tomaron parte atletas de 4 hasta los 75 años de edad.
A pesar de que la distancia mínima era de una vuelta, un 20% de los asistentes se atrevió con distancias mayores. Entre ellos, destacó Marcos Marini, un participante con Fibrosis Quística que cubrió un total de 35 kilómetros.
La organización recaudó más de 7.000 euros, los cuales destinará íntegramente a financiar los tratamientos que recibe el colectivo afectado por esta enfermedad.
La segunda edición de esta prueba de carácter solidario sirvió para mucho más que pasar una mañana divertida y practicar ejercicio, pues con el pequeño esfuerzo de ayer se puede contribuir a mejorar la calidad de vida de todo un colectivo.