Foto de archivo de los Príncipes de Asturias.

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La última voluntad de Juan Ignacio Balada Llabrés fue traspasar sus propiedades a la Familia Real. Una fortuna incalculable pero estimada en varias decenas de millones de euros, de la que el empresario fallecido hace dos meses en Ciutadella quiere convertir en herederos a los príncipes de Asturias, don Felipe de Borbón y Letizia Ortiz.
La Casa Real confirmó ayer la noticia, avanzada en primicia informativa por Ultima Hora Menorca, de forma que la mitad de la ingente herencia de Juan Ignacio Balada ha legado a la Familia Real deberá destinarse a la creación de una fundación de interés general. Ésta es la misión que el inversor recientemente fallecido encomienda en su testamento a los príncipes de Asturias, a quienes corresponderá gestionar la constitución de esta funación.
El otro 50 por ciento de la fortuna se adjudica individualmente a los herederos de la Corona, don Felipe de Borbón y doña Letizia Ortiz, así como a los ocho nietos del Rey. Se trata de la última voluntad del millonario de Ciutadella, una persona discreta y anónima. Su legado fue confirmado ayer por los portavoces de la Casa Real.
La lectura del testamento, conocida la segunda semana de diciembre, desató una polvareda de rumores en Ciutadella. Tan sólo trascendió desde entonces que Balada ha había excluir a sus dos únicas familiares directas. Ni María del Carmen ni María del Pilar Arregui Llabrés, dos primas del difunto residentes en Madrid y Canarias, han sido finalmente beneficiarias de su legado, que también ha dejado al margen al reducido círculo de amistades que se granjeó en vida. Tampoco deja nada al municipio en el que nació y en el que conserva nueve propiedades inmuebles a su nombre.
Zarzuela
Zarzuela hizo un llamamiento a la prudencia para valorar en su justa medida una noticia que, entiende la Casa del Rey, «es objetivamente buena para los Príncipes, pero sobre todo para los intereses generales de la población, que gracias a ello podrá disponer de una nueva fundación pública».
La Casa Real asegura que el proceso que se abre tras la notificación de la herencia se antoja «muy largo». El primer paso consiste en contactar con el abogado catalán que ejerce de albacea del testamento para cuantificar la fortuna real legada por Balada Llabrés y conocer en qué condiciones de propiedad se encuentra su patrimonio. El Govern balear obtendrá importantes ingresos por la liquidación de los impuestos.