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El estreno del llamado Circo de los Niños, instalado en el Coliseo Balear, ofreció ayer un espectáculo de gran calidad a cargo de The Cirkid de la compañía Superskok. Durante dos horas, que pasan sin darse uno cuenta, los espectadores pueden disfrutar de la profesionalidad de 10 niños y niñas en números de malabares, rulo, contorsionismo, equilibrio, comba y humor. Bajo la carpa, que sólo estará en Palma hasta el próximo 14 de febrero, con funciones de viernes a domingo, se puede contemplar a los miembros de la familia Saabel, pertenecientes a la sexta generación del circo y que realizan unos shows espectaculares, como el de perros siberianos o el de caballos de pura raza árabe, españoles y frisones. El riesgo y la emoción llegan de la mano de Roxana, una atractiva trapecista que hace vibrar a niños y mayores. Una gran esfera de hierro sobre la pista recibe en su interior a dos intrépidos motoristas que causan furor a todo gas. Y, como hilos conductores de todo el espectáculo, el carisma y humor de los protagonistas Bugga y Oliver. Casi dos horas de función de gran calidad y un excelente nivel de todos los artistas que actúan bajo la carpa del Circo de los Niños, que ha llegado por primera vez a Palma.