Pilar Feliu, Lluïsa del Valle, Pedro Vidal, Sandra Umbría y Jeanine Cook. | Esteban Mercer

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Antoni Ferrer, propietario de la nueva galería Fermay, desarrolló sus primeros años de carrera en Londres después de cursar estudios de posgrado en el Reino Unido. Fue allí donde trabajó por primera vez en varias galerías y como comisario de arte independiente, contribuyendo simultáneamente en varios programas y festivales asociados a la diplomacia cultural. Como comisario ha trabajado en proyectos presentados en instituciones y galerías de Londres como Wallace Collection, Laure Genillard Gallery o Vegas Gallery, entre muchas otras.

En 2018 vuelve a su Mallorca natal para dirigir la Galería Maior, una labor que le permite investigar, producir y sumergirse en el tejido cultural de la Isla, uniendo su experiencia internacional al entorno mallorquín. Una dedicación que le ha llevado a trabajar con numerosos artistas, así como con coleccionistas e instituciones. En este sentido, Antoni da una especial importancia a una nueva generación de compradores interesados en iniciarse en el mundo del arte contemporáneo y reafirmar el compromiso de Europa con el valor del arte.

Este empeño se pudo ver en la inauguración del martes pasado, en la que se juntó una buena parte del tejido cultural mallorquín para admirar la obra delicadísima de Carla Arocha y Stephane Schraenen. No se la pierdan. La nueva galería, que une los dos apellidos de su propietario, Ferrer Mayol, vale la pena ser visitada. Huye de la invasión de pseudogalerías que han colonizado el centro con purpurina y brillos para ocupar un espacio en la calle Pare Bartomeu Pou 42, cercana a la popular Blanquerna, tan llena de vida. Como lo está el mar de mi Pollença querida, donde están todas mis raíces.