Jaime Llado, Juan Llado y su mujer, Cristina, y el DJ David Gee. | E.M.

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La cena de prenavidad de Lolo Garner y su esposa Paola Ribero, artista como él, a la que nos invitaron, fue increíblemente divertida, elegante y rica, en un espacio acogedor que dedican a la recepción de amigos para que puedan comer y después bailar, como si en el mejor club del mundo se tratara. ¿Qué es Factory Club? No es un centro de arte, no es una galería, ni es un taller tecnológico, no es un restaurante no, no es un cóctel bar, tampoco un bussines center.

The Factory Club lo es todo, un nuevo concepto ‘neoyorquino’, decorado en un estilo ecléctico, en el que entender el arte, disfrutar de la gastronomía rodeado de gente, y donde fluyen las sinergias y los negocios en un ambiente tranquilo y relajado. Normalmente en veladas que se extienden hasta altas horas de la madrugada, en una ubicación secreta e insólita que nunca plantearías su existencia. Se accede por código de entrada enviado por whatsApp, conjuntamente con la ubicación, horas antes al evento.

El acceso a Factory Club es por invitación personalizada y gratuita. Existe un aforo máximo de 15 personas por velada. En sus instalaciones, dotadas de maquinaria tecnológica ( láser, plasma alta definición, milling 3 D, etc..) es un punto de encuentro entre artistas de diferentes disciplinas en donde encuentran el apoyo tecnológico a sus obras, creando nuevos conceptos de arte en técnica y materiales. El concepto The Factory Club ha sido creado por el artista Lolo Garner y la diseñadora Paola Ribero, para ofrecer un nuevo concepto ‘ALL ONE’ en arte y tecnología. Vivir la experiencia de The Factory Club es un regalo y lo que pasa en el Factory se queda en nuestros corazones. Así ha sido. La pareja al día siguiente comenzaba sus vacaciones navideñas en Santo Domingo.

Así ha sido esta ultima semana que les cuento, a la que habría que añadir la entrega de los siurells del Grup Serra, que fue maravillosa, emotiva y una lección de vida para muchos de los presentes. Los que triunfan en la vida no lo hacen casualmente. Así nos lo enseñaron Gabriel Escarrer y el premiado Miquel Fluxá. Desde esa noche mágica, mi respeto por los dos hoteleros no ha hecho más que aumentar. Don Pere A. Serra disfrutaría viendo a sus amigos compartir experiencia de vida sobre el escenario de Son Termes. ¡Qué gran noche!