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Sol de Mallorca volvió a vestirse de fiesta para acudir al cumpleaños de una de sus personalidades más emblemáticas, la que cada año por estas fechas nos deleita con una reunión concurrida y muy divertida en la que se junta lo mejor de cada casa –es literal–, para pasar junto a la anfitriona una noche que siempre resulta inolvidable. En las terrazas frente al mar de los marqueses de Vívola y en sus preciosos salones Grachya convocó a todos sus amigos, familiares y amigos de sus sobrinos para celebrar su fiesta con toda la alegría que la caracteriza.

Una alegría que se ve también en la profesión que ha elegido, la decoración floral, pues trabaja y lo hace muy bien en la prestigiosa Aquilea Flores, la empresa que engalana los acontecimientos más sonados y elegantes de España. La fiesta tuvo sorpresa, pues nada más llegar a la casa daba la bienvenida a los invitados un enorme cuadro de la condesa Belén de Limburg-Stirum, invitada a la fiesta junto a su familia, que lo descubrió como sorpresa de la familia Barreiros Spínola, con la presencia de su autor, José María Fayos, el retratista de las mejores familias europeas que tanto me recuerda a mi buen amigo Paco Carvajal, conde de Fontanar, que nos dejó hace unos años pero que sigue muy presente en nuestras vidas, tanto que es inevitable recordarlo cada vez que coincidimos los que les tratamos habitualmente. Así lo hice con su hermana Inés Carvajal Argüelles, una belleza de mujer, con la que la charla es una delicia y la compañía un lujo. Inés merece ser conocida en profundidad.

Las negritas de esta crónica llenarían el espacio que tenemos, así que resumo nombres todo lo que pueda contándoles que estaban miembros destacados de las casas reales de Würtenberg, Borbón, Orleans de Francia, Italia y también muchos amigos de las mejores familias españolas y europeas que no quisieron faltar a lo que ya es una de las tradiciones más bonitas del verano mallorquín. Felicidades, Grachya, eres una mujer maravillosa, de las que hacen soñar, que no es poco. Sigo, que no me da la vida para tanto y lo hago rodeado de amigos, de la mejor sociedad mallorquina, la del Círculo Mallorquín, ni más ni menos.