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Kavita se va de Mallorca feliz y con deseos de volver. Gracias a ella y como en una peregrinación llegaron a Palma un grupo de personas de todas las latitudes: Bhutan, Mali, Uzbekistán, Guatemala, Letonia, Eslovaquia, Italia, México, Toledo, Granada, Colombia y Escocia, entre otros. Como una red de pescar enorme, todas sin excepción unieron sus manos y sus corazones para crear un evento sin precedentes: XTANT 2021. La tarea inicial consistió en crear, entre todos, una estructura efímera liderada por Pol Taylor, un arquitecto escocés afincado en Mallorca y con experiencia en Antártica.

Su conocimiento náutico y de tensiones se complementó con la suavidad y finura del trabajo de la artista mallorquina Tatiana Sarasa, quien preparó una mezcla de tintes naturales con papel de seda que serviría de sombra a todos durante el evento. El objetivo era no usar plásticos, trabajar con materiales reutilizables, reflejar el alma de la Isla como inspiración, creer en lo imposible, tejer juntos el cambio. A esta red que se armó durante cuatro días se unieron las manos de Sandra Rotondo, Alicia Estefanía, Madi Canals, Belén Vega y Monica Kazcor, entre muchos otros. La sombrerera Ana Lamata cosió cuatro días seguidos los metros y metros de tarlatana de algodón mientras el resto del equipo hacía su alquimia y pintaba paneles de papel del color de las piedras de la Seu, los colores del mar y la tierra de donde vienen muchos de los productos que llegaron desde tierras lejanas. Para XTANT era crucial estar en la terraza de un museo de arte como Es Baluard y también era fundamental crear un contexto.

Entre bambalinas estaba el resto de la organización: Iñigo Puente, Ana Belén Rodríguez y Marcella Echavarría, Pedro Monje, Philippe Salvà desempacaban cajas, sacaban tesoros y preparaban todo para la inauguración de XTANT 2021. A las 3:45 del 21 de junio, solsticio de verano y fiesta de San Juan, se elevó la mágica red y pudieron poner los muebles vintage de casas mallorquinas traídos desde Felanitx. Entre cómodas, repisas, cajones, escaleras y sillas cada artesano encontró su lugar y desempacó sus tesoros.

Siguieron días de poesía, hilos invisibles de conexiones cósmicas y pláticas eternas bajo el maravilloso árbol de ficus. Fue bello y mágico y singular, y con un propósito: inspirar y hacer creer que otro camino es posible y se consiguió con creces. A la inauguración no faltaron los más cool de la Isla, como Rosario Nadal, que llegó con su amiga Antonia María Horrach, Simoneta Gómez-Acebo, que lo hizo acompañado a Tomás Alia y Javier Goyeneche, creador de Ecoalf, la marca española más sostenible que existe, pues crea tejidos a partir de residuos plásticos. Sybilla y Andrés Serra regalaron una noche de fiesta y más fiesta y Rosa Esteva, de Cortana, tejió una pieza maravillosa como solo ella sabe hacerlo. ¡Fue la gloria de la nueva Mallorca lo que vivimos! Sigo con más maravillas.